Sergio Federico Obeid, fiscal penal 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual, dio por finalizada la investigación abierta en contra del ex cura Emilio Lamas por abuso sexual con acceso carnal agravado por ser el hecho cometido por sacerdote y por la guarda en perjuicio de un ex monaguillo y por el delito de promoción a la corrupción de menores agravada.
En su requerimiento, Obeid detalla las denuncias radicadas por ambas víctimas y adjunta el contenido de sus declaraciones filmadas, donde relatan de forma pormenorizada los abusos de los que fueron víctimas y de los que responsabilizan al ex sacerdote.
También se consignan los numerosos testimonios recogidos durante la investigación, y la abundante documentación solicitada. El fiscal explicó que resta aún incorporar el resultado de las pericias psicológicas del imputado y otros informes.
Insistió con el allanamiento
Respecto a la solicitud de allanamiento al Arzobispado de Salta, que fuera denegada por el Juzgado de Garantías interviniente, el fiscal manifestó que se encuentra a la espera la resolución del Tribunal de Impugnación donde insistió con el cumplimiento de la medida, a fin de obtener el expediente eclesiástico del proceso que debió afrontar Lamas en el seno de la Iglesia por abuso sexual.
Esto de la mano de un juicio eclesiástico que enfrentó Lamas tras el cual se le retiraron los atributos sacerdotales, y sobre ese hecho el arzobispo Mario Antonio Cargnello no entregó las actas del trámite de la institución, que habían sido solicitadas por el fiscal.
El arzobispo se amparó en los tratados firmados entre el Vaticano y el Estado argentino que le permiten a la Iglesia basarse en las leyes de la Santa Sede y hacer caso omiso de las leyes argentinas, en lo que constituye una obstrucción de la justicia y un acto de encubrimiento.
En un diálogo mantenido con las víctimas, tanto Juan Carlos García como Carla Morales, esperaban con ansías el momento en el que se lleve adelante el juicio. “No puedo olvidar esos hechos, nunca más me olvidé por eso tiene que terminar preso”, dijo Morales.
Lamas fue párroco en Rosario de Lerma en el año 1992/93 cuando se denunciaron ocurrieron los hechos.
La investigación
El abogado Luis Segovia, quien representa a Morales y García, sostuvo a Nuevo Diario que: “Fueron tres meses de una larga investigación, habiéndose logrado más de una docena de testimonios, cientos de elementos de prueba tanto documentales, informes psicológicos inspectores oculares, todo suficiente para requerir juicio”.
Sin embargo, el letrado entendió que son necesarias las actas canónicas, que el arzobispado no entregó. “Es buena la requisitoria porque no se debe demorar más se debe obtener justicia, el juicio debe servir para lograr justicia, no solo para Carla y Juan Carlos, pero también para que se siente jurisprudencia”, dijo, en el sentido que estos casos no son comunes porque “se cometen aprovechando el poder y el abuso desde la posición que se tiene o a tenido la Iglesia”.
Segovia, definió que su postura en el juicio estará dirigida a marcar la cultura clerical, “esa cultura del secreto que se manifiesta en la Iglesia que les da marco a los abusadores, para que se sientan impunes y protegidos, más allá que se trate de condiciones personales , pero con factores que contribuyen a que eso ocurra”.
Los delitos que enfrenta Lamas tienen un amplio margen de interpretación de la pena ya que incluyen entre 8 y 20 años por cada uno de los cargos.
“Mi objeto es demostrar todos los agravantes, los tratos crueles, que se pusieron ante las víctimas, el proceso debe servir para imputar a otras personas, hay más responsabilidades, concretas de otros curas”, señaló Segovia.
Finalmente, Segovia dijo que es un caso que marca un sendero en el sentido que “por primera vez se ha tocado el poder de la Iglesia, y hemos podido meternos dentro de la institución y quedaron expuestas, muchas actitudes”, dijo
