Es por ello que la Procuración no cesó de negar la acusación, desviar la atención del caso y contraatacar a los que cuestionaron la labor de la titular de la Fiscalía de Derechos Humanos, Verónica Simesen de Bielke.
Desde dictámenes express, para exculpar a la fiscal y desechar las sospechas instaladas por el juez de Impugnación, Luciano Martini; pedidos del mismo procurador para que se avance en un sumario interno contra el auxiliar fiscal, Sergio Dantur, protagonista central del caso, hasta la denuncia de la probable connivencia entre lo sostenido por el juez en su fallo y el auxiliar. Y, en ese marco, habló de obstrucción de la justicia y violencia de género. Con esta contraofensiva, y un gran esfuerzo mediático, la procuración, lejos de lograr su objetivo de centrar el caso como una operación del narcotráfico, confirmó sospechas de ex legisladores y otros juristas locales, quienes advirtieron sobre el rol que adoptaría el Ministerio Público contra aquellos que cuestionen la persecución penal.
Tanto es así que, en algunas oficinas descentralizada de la Procuración, se pudo ver un cartel que decía: “¡Volvé Pablo!”, en relación a Pablo López Viñals, antecesor del actual procurador, y señalado como el gran precursor de las reformas penales más importantes que experimentó Salta.
Al respecto, muchos jueces y hasta algunos fiscales, señalaron que esta clase de conflictos, más allá de las diferencias que López Viñals podría haber tenido con el Poder Judicial, jamás habrían llegado a este nivel, más propio de pendencieros que de actores en una discusión propia del ámbito jurídico. Incluso ayer, se conoció que, para tomar distancia del procurador, los otros dos integrantes del Colegio de Gobierno del Ministerio Público habrían firmado un escrito que cuestiona el rumbo hostil de la Procuración.
La Corte, en tanto, se encuentra dividida, con jueces que quieren ir a fondo y alentar un pedido de Jury contra la fiscal, mientras que otros se muestran más calmados, y expectantes a una posible intervención por parte del Poder Ejecutivo.
En tanto, y sin ningún rubor, la Procuración publicó que la misma fiscal que apoyó a Simesen de Bielke en el fallo dictado por Martini, ahora confirmó la desestimación de sospecha contra la titular de Derechos Humanos. Y para que quede claro que la transparencia e imparcialidad es un norte en la procuración, la misma acusadora dirigió la imputación contra el auxiliar Dantur, con lo cual quedó claro que faltan fiscales, o bien, algunos ya comenzaron a oponerse al rumbo que adoptó este caso.
Hasta ayer, la sensación es que este caso llegó para desnudar y apurar la lucha de poder que ya todos presagiaban.