Se trata de un hecho ocurrido el 13 de septiembre pasado, en el barrio Santa Teresita, en la ciudad de General Güemes. La condena por ello, y de la mano de un proceso abreviado, llegó el viernes pasado, o sea en menos de dos semanas. Como resultado del mismo incidente, un vecino, emparentado con los condenados, resultó con una grave herida en la cara como producto de tres disparos de posta de goma efectuados por la policía, hecho por el cual se inició una investigación penal por parte de la Fiscalía de Derechos Humanos.
El viernes, se informó oficialmente la condena impuesta a José Luis Torres (28), Luis Fernando Torres (18), Nasario Miguel Torres (35) y a Cintia Lorena Luna (27), quienes recibieron una pena de un año y seis meses de prisión condicional por resultar coautores de los delitos de lesiones leves agravadas por la condición funcional del sujeto pasivo, atentado a la autoridad y daños agravados, en concurso real.
Así, en el balance de la justicia, los parientes de la víctima ya fueron condenados mientras Miguel Torres, el jubilado de 67 años que casi pierde un ojo por el accionar policial aún espera que la balanza se incline de su lado.
La pena en cuestión fue impuesta por la jueza de Garantías 5 en feria, Gabriela Romero Nayar, quien, en definitiva, homologó el acuerdo presentado por la fiscalía penal de General Güemes, la cual resultó más capacitada y expeditiva que la de Derechos Humanos, pues consiguió cerrar el caso en cuestión de días.
En definitiva, los condenados, por un lapso de dos años, deberán ajustar sus vidas a una serie de reglas de conducta, entre ellas la prohibición de ejercer actos de violencia física o psíquica en contra de los denunciantes; abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; someterse al cuidado del Programa de Inserción Social y Supervisión de Presos y Liberados. Cualquier incumplimiento, podría derivar en el revocamiento de la pena y derivar a los condenados a la cárcel. En el juicio abreviado participaron de manera remota la secretaría Viviana Ángel, el fiscal penal de General Güemes, Gabriel González, y el defensor técnico de los imputados, Orfeo Maggio.
Sobre la acusación, para la jueza se probó que el 13 de septiembre pasado, personal policial se movilizó ante la advertencia de que un grupo de personas se encontraba causando desorden en la vía pública.
Al arribar, los imputados comenzaron a agredir a los efectivos con piedras, palos y caños de hierro. Un agente resultó lesionado y provocaron daños en el móvil policial, que presentaba abolladuras en la parte del capot, en el paragolpes delantero, en la puerta del conductor y en la óptica izquierda.
En ese mismo hecho, Miguel Torres, en su denuncia, sostuvo que al abrir la puerta de su casa ante los golpes de la policía, los uniformados le dispararon tres impactos de bala de goma en la cara, tras lo cual se dieron a la fuga. Uno de los presuntos autores del hecho sería nada menos que el jefe de la comisaría de esa localidad.