El auto fue encontrado ayer domingo 16 de febrero o a la vera de la ruta nacional 34. La policía se dio con la escena en sangrienta en su interior: dos cuerpos, una niña y un hombre. Ambos presentaban una herida de bala sin orificio de salida, junto un arma larga.
El fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal, Pablo Cabot, informó que en el marco de la investigación se pudo confirmar mediante la autopsia realizada en el Servicio de Tanatología Forense del CIF Orán, que padre e hija presentaban cada uno una herida de arma de fuego sin orificio de salida en la zona del cráneo.
Después de la entrevista del fiscal con la madre de la niña de 8 años, se trabaja como hipótesis principal que Raúl Eduardo Pereyra le disparó a su hija de 8 años y luego se quitó la vida con el arma larga encontrada en el vehículo.
El hombre estaba separado de la madre desde hace 6 meses. El acuerdo es que por el fin de semana se llevaba a la niña y ésta quedaba a su cuidado, pero no la había restituido.La madre hizo la denuncia y la policía se encontró con el sangriento apisodio dentro de su auto.
El fiscal penal junto con personal policial y del Cuerpo de Investigaciones Fiscales secuestró un arma larga que se encontraba en el auto y comprobó que se trataba de padre e hija.
Ambos cuerpos fueron trasladados al Servicio de Tantalogía Forense del CIF de Orán, donde se les realizó la autópsia premilinar que determinó la causa y data de muerte. Cabot dispuso distintas medidas y pericias, entre ellas de balística, que permitirán esclarecer totalmente el hecho.