La norma fue aprobada, junto a otros dos decretos, en una reunión que sostuvo la presidenta de facto, Jeanine Áñez, con sus ministros en la ciudad de Santa Cruz. “La curva en este mes de agosto será muy elevada y, por lo tanto, corresponde que podamos mantener la cuarentena de acuerdo a determinaciones que tomen los gobiernos municipales y los gobiernos departamentales en coordinación con el nivel central del Estado”, justificó Núñez, citado por la agencia de noticias EFE.
La decisión se adoptó ante el aumento de casos de coronavirus en el país, que acumula 2.977 fallecidos y 76.789 contagios confirmados entre los 11,5 millones de habitantes.
La cuarentena “condicionada y dinámica” supone la aplicación de restricciones que se pueden flexibilizar o endurecer en función de cómo evolucione la enfermedad en cada municipio.
Bolivia tiene declarados estados de emergencia sanitaria y de calamidad pública para combatir la enfermedad, con una cuarentena que se ha ido ampliando por fases en función de un mapa de riesgo del nuevo coronavirus en cada municipio y región del país. La propia Áñez superó la enfermedad y retomó esta semana su actividad pública tras haber permanecido en aislamiento en la residencia oficial en La Paz.