“Es un disparate lo que han hecho algunos jueces, con liberaciones masivas e injustificadas de presos por delitos aberrantes, bajo el pretexto del hacinamiento en las cárceles y el peligro de contagio por coronavirus. Es mi convicción de que se trata de un problema, de un dilema más de los que nos plantea esta inesperada pandemia, que debemos abordar con responsabilidad y creatividad, pero dentro de los penales, sin lastimar aún más de los que está el humor social y la seguridad ciudadana".
"De acuerdo a las diferentes regiones, el Estado nacional y los provinciales están adecuando las medidas y la asistencia necesaria para cumplir con la cuarentena y el aislamiento social. A tal punto que el problema del hacinamiento es tan grave y abarca a más gente en los barrios y villas de emergencia de los grandes conglomerados urbanos que en las cárceles".
"También tenemos la situación de gran vulnerabilidad de los geriátricos, y para cada dilema debe encontrarse una forma de enfrentarlo racionalmente. Por eso pienso que es precisamente en su ámbito, el de los penales, allí donde tienen que cumplir sus condenas los delincuentes, el lugar donde las autoridades deben buscar los remedios sanitarios adecuados para cumplir con el aislamiento y evitar infecciones masivas que después hagan colapsar el sistema de salud".
"Eventualmente, podrían buscarse alternativas transitorias en otros espacios acondicionados a tal fin. Aunque me parece que se están confundiendo los ámbitos con el pretexto del respeto a la división de poderes y habrá que poner freno a la discrecionalidad de estos magistrados, la que ha provocado un repudio generalizado de la gente en todo el país".
"El drama preexistente de la superpoblación carcelaria y la falta de penales suficientes, federales y provinciales, es una responsabilidad de larga data de los distintos gobiernos y sus servicios penitenciarios. De modo que es algo que no puede resolver en la emergencia, contradiciéndose a sí mismo y excediendo sus potestades constitucionales, el mismo Poder Judicial que, para proteger a la sociedad, aplicó las penas privativas de la libertad a los que delinquieron".
"Hay que decir que la Cámara Federal de Casación Penal permitió en una acordada algunas muy pocas excepciones para presos por delitos leves y con alto riesgo de contagio, en función de recomendaciones de organizaciones internacionales".
"Hasta ahí todo bien, pero el dictamen fue interpretado insólitamente por algunos magistrados con un criterio discrecional que está permitiendo verdaderas aberraciones, como dar prisiones domiciliarias a violadores, asesinos y ladrones peligrosos, sin el más mínimo respeto por las víctimas y poniendo en peligro a toda la sociedad, lo que se ve agravado por la situación de gran temor e incertidumbre que da el contexto de la pandemia".
"Como en todos los demás ámbitos de la sociedad, es el Poder Ejecutivo y, en su caso, con el apoyo del dictado de leyes por el Poder Legislativo, el que debe enfrentar y dar las soluciones, como se viene haciendo, a todos y cada uno de los gravísimos problemas y dilemas que plantea esta pandemia que ha puesto en vilo y peligro al mundo entero".
"En esa dirección, debe destacarse –para evitar falsas interpretaciones de lo ya legislado- el Proyecto de Ley que presentó en la Cámara Baja, con nuestro apoyo, mi colega del Interbloque Federal, la diputada Graciela Camaño, por el que propone modificar el Código Procesal Penal, el Código Penal y la Ley de Ejecución Penal, a los fines de prohibir taxativamente las detenciones domiciliarias o excarcelaciones para delitos contra la vida, sexuales y violencia de género, entre otros, a causa de una pandemia o epidemia”, concluyó.
