Así lo indicó a Nuevo Diario la concejal cafayateña, Patricia Castro (UCR): “Cafayate está en rojo, y lo peor es que el tan difundido centro modular que desde el Gobierno Provincial dicen haber inaugurado, en la realidad no funciona”.
En ese sentido, la legisladora explicó que, a la fecha, esta ampliación no cuenta todavía con la instalación de oxígeno: “Se necesitan entre 5 a 6 millones de pesos para este equipamiento, pero además carecen de servicio de lavandería, y hasta de una cocina”, y agregó: “Tampoco llegan los recursos humanos para que esto funcione”.
Castro advirtió que, en ese marco, el Hospital Nuestra Señora del Rosario “sigue atendiendo como siempre, a todos por igual, es decir tanto a los sintomáticos, como a aquellos que van a solicitar turnos para otras especialidades”.
“La situación es muy preocupante y sin embargo todo funciona como si nada pasara”, sentenció la concejal radical.
Cabe recordar que el 24 de marzo pasado, el Gobierno Provincial dejó habilitado el hospital modular en esa ciudad, con el objeto de dar respuesta a las demandas sanitarias de la zona de los Valles Calchaquíes, en el marco de la pandemia por COVID-19.
En diciembre del 2020 iniciaron el levantamiento del hospital modular, en el predio del hospital Nuestra Señora del Rosario, para reforzar la atención sanitaria en ese municipio, teniendo en cuenta que Cafayate es un importante receptor de turismo interno, nacional e internacional.
Los trabajos fueron compartidos y complementarios.
La participación local se dio a través de la Secretaría de Obras Públicas para la construcción de la platea de hormigón sobre la que se montó el edificio y la ejecución de obras complementarias como veredas perimetrales, instalaciones eléctricas y sanitarias, rampa de acceso, cordón cuneta y pavimento. No obstante, y pese a la necesidad inminente de este espacio, a la fecha continúa sin funcionar.
