Desde hace un año que un vecino pone a disposición un camión para transportar agua potable desde Animaná.
Todos los días el camión se instala en la plaza principal para que los vecinos carguen sus bidones con agua. Por resolución judicial Aguas del Norte no cobra por el servicio.
En lo que va del mes, los vecinos hicieron varias marchas por el pueblo pidiendo que se hagan obras para la extracción del agua del paraje San Lucas o del río San Antonio. La falta de agua potable se agrava por la pandemia y por el turismo.
Sergio López, miembro de la Asamblea por el agua sana de San Carlos, San Lucas y El Barrial, contó que los reclamos iniciaron cuando comenzaron a percatarse de que los árboles frutales no crecían en la zona o se secaban.
“Después de investigar nos dimos con que el agua tiene boro, cinco veces más de lo permitido por la Organización Mundial de la Salud y dos veces y medio más de arsénico. Todos los funcionarios de turno nos traían muestras de que el agua era potable, por lo que comenzamos a hacer estudios en laboratorios privados”, comentó.
El vecino remarcó que además del poco crecimiento de la vegetación comenzaron a aparecer los casos de cálculos renales, apendicitis y hasta cáncer.
Tras periplos judiciales, Aguas del Norte reconoció que el agua no es potable, por lo que dejó de cobrar el servicio. “Sin embargo, la empresa dice que no tiene dinero para hacer las obras de reconexión que antes teníamos desde San Lucas (ubicada a 8 kilómetros) que es agua de vertiente, como toman el agua en Animaná, Cafayate y San Antonio”, agregó López.
Detalló que de acuerdo a los estudios que tienen, la cuenca de los márgenes del río Calchaquí donde Aguas del Norte hace las perforaciones es hidrobórica, no apta para el consumo humano.
El camión aguatero
A fines de 2019, la Asamblea le propuso al municipio que llevara agua desde Animaná en camiones cisternas. Con el cambio de gestión, la Municipalidad puso a disposición un camión con tanque de plástico que se le llenaba de moho, por lo que se descartó.
“Un vecino que tiene un camión con tanque de acero inoxidable con dos canillas para que puedan cargar dos personas a la vez lo puso a disposición del pueblo. El municipio pone el combustible. Se le pidió permiso al intendente de Animaná para llenar el tanque”, sostuvo López.
Agregó que muchas familias aún consumen el agua con boro y arsénico por la dificultad que muchas veces implica ir hasta la plaza a buscar el agua. Por otro lado, otro vecino señaló que la falta de agua apta para el consumo desvaloriza las propiedades, lo que desalienta la inversión para el desarrollo del turismo.