Tolaba además denunció el tratamiento que reciben los chicos y chicas que son derivados y asistidos en el Hospital de Tartagal donde los aíslan, como también la necesidad del centro de recuperación nutricional que fue prometido a los victoreños para junio de este año.
Así lo indicó el cacique en el diálogo con Nuevo Diario: "Nos están pasando cosas difíciles y parece que a nadie le importa", dijo y apuntó a la cabeza del Hospital de Santa Victoria, el nutricionista Ariel Sosa: "Viene de las gestiones anteriores, y para nosotros es responsable por las muertes de todos los chicos de nuestras comunidades porque no hizo nada, y ahora ya fallecieron dos chicos, no entendemos cómo esta gestión que prometió ser diferente, vuelve a repetir errores". El referente también cuestionó "¿por qué las autoridades provinciales continúan confiando en esta gente?, no sé si sa-bían, nosotros sí porque somos del lugar y si no lo sacan, no vamos a mejorar".
Tolaba advirtió sobre el número de niños y niñas afectados por cuadros de diarrea, vómitos y la consecuente deshidratación en la zona, y explicó que al no contar con un área de recuperación, los mismos son derivados a Tartagal en donde "muchas madres ni siquiera hablan castellano y no reciben un trato correcto e inclusive no pueden acceder a la información sobre sus hijos". En ese sentido insistió en la importancia de contar con un lugar para la asistencia, teniendo en cuenta que hay comunidades que se encuentran muy alejadas: "Nos prometieron que el centro de recuperación nutricional iba a estar listo para el mes de junio y hasta el momento no vimos ni un ladrillo", dijo Celedonio y concluyó "cuando le consulté a Sosa (actual gerente) me respondió que la emergencia hoy es la pandemia, pero yo me pregunto ¿Acaso no había una declaración de emergencia sanitaria por las muertes por desnutrición instalada antes de la pandemia?.
Cabe recordar que el 3 de marzo de este año, la titular de la cartera de Desarrollo Social de la provincia, Verónica Figueroa, destacó la decisión política del gobernador de destinar recursos para atender la emergencia socio-sanitaria en el norte provincial e informó que para los meses de enero y febrero había un registro de mortalidad cero por desnutrición. Sin embargo, desde las comunidades originarias señalaron que hasta el momento, todo lo prometido no fue cumplido y continúan demandando recursos básicos como el agua corriente de red o una tardía distribución de los módulos alimentarios.