Misión Salim es un poblado olvidado a través de los años. En ese sitio la comunidad se afincó hace más de 45 años, luego de ser desterrados desde tierras que ocupaban más adentro del Chaco salteño a raíz del Plan Mendaraz. Acusa a la Iglesia Anglicana por el desalojo.
Ayer pasadas las 19, Nuevo Diario mantuvo una comunicación telefónica con el cacique del lugar Leonardo Simplicio, y lo grave del caso es que ninguna autoridad municipal, provincial como así tampoco legisladores de la zona, se acercaron al lugar para dar auxilio a quienes perdieron sus viviendas. Perdieron enseres de la actividad diaria y quedaron a la intemperie. “A la buena de Dios”, como se dice.
Simplicio pide la inmediata asistencia para su comunidad ya que hay ancianos, mujeres y niños que necesitan volver a tener su vivienda, aunque sea precaria.
En la zona hay constante explotación forestal, y casas de madera sería lo más oportuno para que parcialmente superen el desamparo actual.
Solo lamentos surgieron durante la entrevista ya que el cacique sumó el castigo de la naturaleza a las decisiones de las autoridades de discriminar, de no brindar debida asistencia y solo promesas a las necesidades de la gente.
Simplicio expresó que: “Es un castigo más que tenemos que afrontar, ya que a través de los años nos perjudican los desmontes y actividades como las del Ingenio El Tabacal, las aguas contaminadas, los vuelos rasantes de aviones que fumigan los campos, ya que estamos cercanos a las fincas de terratenientes como es el caso de Salvador Muñoz, Julio Jalit, el propio Ingenio”. Reseñó que a veces sus reclamos son retrucados por las mismas autoridades locales con la colaboración de la Policía para que no hagan manifestaciones porque, en caso contrario, se armarán causas penales.
La intensa lluvia duró una hora aproximadamente y provocó el desbande de la gente que fue a cobijarse bajo árboles de gran porte.
Anhelan que la naturaleza no los vuelva a perjudicar.
“Parias de la sociedad”
Una muestra que el Estado se encuentra ausente para dar respuestas a las comunidades originarias es lo que ocurre en Misión Salim. El cacique Simplicio, advirtió que “ante tanto daño por el temporal nadie vino a hacer un relevamiento para tener certeza del perjuicio y de la necesidad de asistencia social”.
Criticó a la ministra de Desarrollo Social, Verónica Figueroa, que: “Vino semanas atrás con colaboradores, hizo promesas y no cumplió”. Dijo que si bien funciona un comedor y un merendero, no cuenta con la provisión de mercaderías. Respecto al pozo de agua, éste funciona pero que la cisterna de tan solo 400 litros a veces no se puede llenar por falta de combustible que hace funcionar la bomba.
Las condiciones de pobreza son similares a las de otras comunidades y muchas familias carecen de beneficios sociales, los programas nacionales o también los del orden provincial no les llegan porque están indocumentados, son como los “parias de la sociedad”. Confían que con antelación se combata la desnutrición, la deshidratación para el período estival ya en marcha, y no haya mortandad infantil. También que haya operativos contra el dengue en la zona.