El titular de la Cámara de Panaderos de Salta, Daniel Romano mostró su preocupación por el aumento de los insumos para la elaboración del pan.
Paralelamente, a nivel nacional también se anunció que aumentaría el precio del pan en un 10 y un 15%, por los mismos incrementos en los insumos.
Romano confirmó a la prensa que también Salta prevé un incremento en los valores del kilo del pan. Lo decidirán este jueves y viernes en reuniones de comisión.
Esperan algún tipo de respuesta o medidas del gobierno nacional, caso contrario el aumento que se aplicará a nivel local llegaría hasta el 20%, lo que llevaría el precio del pan a poco más de $160 el kilogramo.
Desde el sector afirman que estos aumentos complican el acuerdo que realizaron con el Gobierno para la venta de un pan más barato. Lo que piden ahora es consensuar de nuevo con el Gobierno para que estos aumentos no golpeen más al sector, dado que lo único que generan son pérdida de puestos de trabajo y cierre de panaderías.
Venta clandestina de pan y harina
Esta semana, a nivel nacional Cámaras y Centros de Panaderos se mostraron preocupados por la suba de las materias primas. Los molinos industriales subieron entre un 10 y 20% la harina, por lo que la bolsa ahora ronda los $780 y $810.
Además aumentaron las grasas y margarinas, la cual la caja por 20 kilos que costaba unos $1.450 o $1.500, su precio supera hoy el valor de $2.000.
A estos valores se suma el aumento constante de las naftas que se usa para el reparto y distribuir en las sucursales.
El precio que se calcula del aumento en Buenos Aires es de un 10%. Los que tenían el kilo a 100 pesos, ahora subirá a 110; y en algunos productos llegará a $160 el kilo.
En el resto del país, el aumento variaría entre el 5% y el 20%, según lo definan las cámaras de panaderos de cada provincia
Frente a estos incrementos de los insumos, la principal preocupación del sector panadero en el país, es la venta ilegal o clandestina de pan, la posibilidad de un párate en la producción, la baja en el consumo y las pérdida de fuentes de trabajo.
La crisis de la pandemia y la venta ilegal de harina, más los aumentos de los insumos, afectan a las panaderías de los barrios. Estos aumentos "fomentan la ilegalidad", y los que aprovechan son los vendedores de harina clandestina que obtienen la bolsa a $150 y $100, afirman los productores panaderos.