Las medidas fueron dispuestas por el juez federal de Garantías de Orán Gustavo Montoya a instancia del fiscal general Eduardo Villalba, quien dirige la investigación penal del caso junto a su par de la Sede Fiscal Descentralizada de Tartagal Marcos Romero. El Jefe de la IV Región de Gendarmería Nacional, Comandante Carlos Recalde estuvo a la cabeza de los procedimientos. El fiscal Villalba confirmó las detenciones, entre los cuales se encuentran civiles y funcionarios de Gendarmería, uno de ellos de cargo jerárquico. Las diligencias, coordinadas por la auxiliar fiscal Roxana Gual, están vinculadas a hechos de corrupción ligados al contrabando de cereales, lo que ya venía siendo investigado desde hace varios meses, aunque en los últimos días desde Gendarmería se aportó valiosa información que permitió avanzar con el caso. Por último, el fiscal informó que mañana se llevará a cabo la audiencia de formalización de la investigación penal ante el juez Montoya, tras lo cual se conocerán más detalles del caso.
A mediados de junio, efectivos de Gendarmería Nacional de la provincia de Santa Fe incautaron siete camiones cargados con 210 toneladas de soja a granel con destino a Salta, que a priori iban a ser exportados de contrabando.
Los integrantes del Escuadrón 54 Aguaray de la Gendarmería Nacional (GNA) detectaron el primer camión, que transportaba 3 toneladas de soja en forma irregular en el puesto de control del kilómetro 1406 de la ruta nacional 34, situado en la localidad santafesina de Larguía, ubicada a 72 kilómetros al noroeste de Rosario.
Las 210 toneladas de soja a granel incautadas a los siete camiones, a cuyos conductores les secuestraron sus teléfonos celulares y aunque no fueron detenidos pero siguen vinculados a la causa, eran transportados en forma ilegal hacia una finca situada en el departamento salteño de San Martín, desde donde iban a ser exportadas de contrabando, en flagrante violación del Código Aduanero.