Las actuaciones las llevó adelante el fiscal Federal de Orán, José Luis Bruno y se pudo acceder al secuestro de 128 caños destinados a la construcción del Gasoducto NEA. En ese contexto se allanaron a dos empresas.
La investigación se inició el 14 de abril pasado, cuando la fiscalía tomó conocimiento de la desaparición de caños adquiridos y destinados a la construcción del Gasoducto NEA, obra a cargo de la empresa IESA.
Tal como sucedió en otro hecho, denunciado en Aguaray, la subsede fiscal abrió una investigación que permitió ubicar los caños que habrían sido sustraídos de la empresa contratista, por lo que la auxiliar fiscal, María del Carmen Núñez, solicitó al Juzgado Federal de Garantías de Tartagal, una serie de medidas judiciales a fin de recuperar los caños denunciados como robados.
Las diligencias fueron autorizadas por el juez federal de Tartagal, Carlos Martínez Frugoni, por lo que el sábado, entre la mañana y la tarde, se concretaron los allanamientos, que incluyeron, además, inmuebles en la localidad de General Mosconi.
Los allanamientos, según lo informado, fueron ejecutados por efectivos de Gendarmería Nacional y la Policía de la Provincia, quienes se hicieron presentes en las instalaciones de las empresas Perterser SRL y Weatherford.
También se realizaron medidas en el paraje El Desemboque, a 130 kilómetros de Tartagal.
Como resultado de estas diligencias, se logró el secuestro de 128 caños, como así también documentación que ahora es motivo de investigación por parte de la subsede fiscal, la que lleva adelante las actuaciones tras el alerta dado por la empresa IESA sobre la extracción de los caños y su sustracción.
Núñez resaltó la enorme labor realizada por el personal de Gendarmería y de la Policía local en la recuperación de los caños, tarea que demandó varias horas de trabajo y la colaboración de la firma Perteser SRL, la que proveyó la maquinaria necesaria para poder concretar el secuestro.
El valor de lo decomisado asciende a 38.736.000 pesos. yal inicio de la investigación se señalaba que lo robado alcanzaba un total de 38 kilómetros de caños puestos en terreno.