Al amparo de la noche y tras el accidente por el intento de fuga, el conductor intentó ocultarse en la maleza de la zona, pero no pudo y terminó detenido. El sujeto conducía a alta velocidad por la ruta nacional 34. Al parecer no esperaba toparse con un retén de la Gendarmería a la altura de la localidad de Coronel Cornejo (Morillo).
La maniobra de fuga desesperada le salió mal. Giró en “U”, perdió el control, volcó y el utilitario quedó sobre la banquina. Cuando los efectivos del Escuadrón Tartagal llegaron hasta el vehículo, la carga quedó revelada ante sus ojos: 14 bolsas de arpillera repletas de “ladrillos”, un total de 244 kilos de cocaína.
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/BBLDY6UWWFBCRETGB43SBDSI6U.jpeg)
El conductor de la camioneta, de nacionalidad boliviana, fue detenido cuando intentaba escapar.
Fuentes de la fuerza de seguridad federal informaron que el hecho ocurrió la noche del lunes, cuando los uniformados del Escuadrón 52 realizaban “controles dinámicos para asegurar la zona” sobre la RN 34.
Los gendarmes “observaron un vehículo utilitario, el cual, al darse cuenta de la presencia de los funcionarios, giró en ‘U’ y se dio a la fuga a gran velocidad y volcó”.
Al revisar el vehículo, los efectivos encontraron, en la parte trasera, “14 bolsas tipo arpillera” que, en su interior, guardaban “235 paquetes que contenían una sustancia blancuzca”.
La carga fue trasladada a la sede del Escuadrón, para hacer la prueba de narcotest, con la que se determinó que los “ladrillos” totalizaban 244,445 kilos de cocaína.
Además de la droga, dentro del vehículo se encontraron dos pistolas -una calibre 9 mm y otra. calibre 11,25- con sus respectivos cargadores y municiones.
La Unidad Fiscal y el Juzgado de Garantías de Orán dispusieron el secuestro de la droga, las armas y el vehículo utilitario, y formalizó la detención del transportista narco.
:quality(80)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/lanacionar/4Y22HJEVM5GNTBGFNZTMSAPP74.jpeg)
