En esa unidad carcelaria, se encuentran alojados en su mayoría condenados por casos de narcotráfico y otros delitos federales, y según la versión el suceso habría estallado debido a la requisa y secuestro de celulares que los internos tenían escondidos en sus celdas.
Luego del operativo llevado adelante por personal penitenciario, los reclusos comenzaron a quemar sus colchones y a provocar incidentes, por lo que intervinieron los efectivos de seguridad interna para controlarlos, circunstancias en que los guardiacárceles fueron atacados y sufrieron lesiones.
La versión señalaba además que dos de los penitenciarios lesionados aún se encuentran internados.
En tanto, desde la Justicia Federal se admitió que el hecho ocurrió el viernes pasado en el Complejo Penitenciario NOA II. Se informó que el Área de Atención Inicial, a cargo de la fiscal Paula Gallo lleva adelante actuaciones preliminares a fin de establecer los hechos ocurridos y las responsabilidades penales respectivas. No obstante, se aclaró que, hasta el momento, habría dos efectivos heridos y los sucesos responden a dos incidentes registrados en sectores distintos dentro de la unidad carcelaria.
Los hechos no revisten carácter de motín y las lesiones sufridas por los efectivos tampoco son de gravedad, se hizo saber.
La Cárcel Federal de General Güemes tiene capacidad para albergar a cerca de 200 mujeres y 288 varones. Las celdas son individuales y cuentan con un salón de usos múltiples para desarrollar actividades comunes, espacio de tratamientos, educativos, de asistencia social y patio abierto para esparcimiento y deportes en cada uno de los sectores.
En General Güemes se activó una alerta naranja tras el intento de motín que tuvo lugar en la cárcel federal. De acuerdo a la información a la que accedió Multivisión Federal, el incidente se produjo el viernes por la noche cuando los efectivos habrían encontrado varios teléfonos celulares entre las pertenencias de los presos. Los equipos fueron secuestrados y esto habría despertado la reacción de los internos que iniciaron una quema de colchones.
Mientras avanza la investigación, no se descarta una posible conexión entre presos y miembros de alto rango del Servicio Penitenciario.
Amenazó a su padre
El juez de Garantías 4, Diego Rodríguez Pipino, condenó en una audiencia multipropósito fijada en el marco del Plan Piloto de la Oralidad, a Ismael Jonathan Mendiolaza Taboada, a la pena de un año de prisión de ejecución condicional como autor del delito de amenazas con arma.
Durante la audiencia, que se había fijado a partir del pedido de prisión preventiva presentado por la fiscalía interviniente, las partes llegaron a un acuerdo abreviado, por lo que el juez declaró abstracto el incidente de libertad que se había planteado. Además se escuchó al denunciante, padre del acusado, quien dijo estar de acuerdo con lo pactado.
El hombre de 24 años deberá fijar domicilio y comunicar cualquier cambio. Tendrá la obligación de adoptar arte u oficio y realizar estudios secundarios y concluirlos. También deberá realizar diagnóstico y tratamiento para control de adicciones, y tendrá prohibido ejercer actos de violencia física y psicológica en contra de la víctima y su grupo familiar.
En caso de incumplir alguna de estas reglas de conducta podría revocarse la condicionalidad de la pena impuesta. Cuando terminó la audiencia recuperó su libertad.
Cinco años de prisión para una pareja por robos con armas
En un juicio abreviado llevado a cabo en la Sala VII, una pareja fue condenada a cinco años de prisión efectiva. Jésica Vanesa Risso Patrón (25) cumplirá la pena como autora de los delitos de robo calificado por el uso de arma y robo doblemente agravado por el uso de arma y por las lesiones graves sufridas por la víctima, en concurso real.
La jueza Paola Marocco ordenó que la acusada continúe alojada en la Unidad Carcelaria 4.
Carlos Lautaro Delgado (26), en tanto, fue condenado como autor del delito de robo doblemente agravado por el uso de arma y por las lesiones graves sufridas por la víctima. Cumplirá la pena en la Unidad Carcelaria 1. El sujeto fue declarado reincidente por tercera vez.
La jueza recomendó al director del Servicio Penitenciario se le brinde a ambos tratamiento psicológico y psiquiátrico por sus adicciones.
Uno de los hechos por los cuales fue denunciada Risso Patrón ocurrió en febrero del año pasado, temprano por la mañana. El damnificado refirió que se encontraba en el interior de su auto, esperando que le cargaran combustible en una estación de servicio ubicada en calle Portugal y Catamarca. Su sobrino de 14 años estaba a su lado. Repentinamente se les acercaron dos mujeres. Una de ellas llevaba un arma blanca y le ordenó que le diera la billetera. Él obedeció y las agresoras se dieron a la fuga.
El denunciante las persiguió, logró alcanzar a la imputada y la retuvo hasta que llegó la policía.
