Se trata de una enfermedad neurodegenerativa progresiva, poco frecuente y no transmisible, que afecta mayormente a los varones, y cuyas causas aún son desconocidas. Esta patología se hizo visible a través de personalidades como Stephen Hawking o, el caso más reciente, el ex ministro de Educación y Deportes de la Nación y actual senador por la provincia de Buenos Aires, Esteban Bullrich, de 52 años, quien en abril del presente año comunicó que tiene la enfermedad.
Se caracteriza por atrofia progresiva de todos los músculos del organismo, a excepción del corazón y los que controlan los esfínteres vesical y anal, y los movimientos de los ojos. También se mantienen intactos los sentidos y el intelecto.
La ELA afecta a las células nerviosas en el cerebro y la médula espinal, que son las encargadas de hacer que los músculos del cuerpo se muevan. Esto hace que el cerebro no pueda controlar el movimiento del cuerpo y la persona pierda progresivamente el control de los músculos.
La incidencia que se estima en Argentina para ELA es de 2 por cada 100.000 habitantes, informó el profesional en el programa radial Algo Que Decir, y cualquier persona puede padecerla en cualquier momento de su vida, pero hay una tendencia a que mayormente la sufran los hombres entre los 40 y 65 años.
Si bien no hay cifras oficiales, se calcula que en Argentina hay entre 600 y 800 enfermos y se atienden 13 hombres por cada 10 mujeres, según datos del Instituto Nacional de Neurología.
No se trata de una enfermedad infecciosa ni contagiosa. "Hay un pequeño porcentaje que puede ser heredado y se suele dar en jóvenes", indicó el neurólogo Federico Makinom. La mayoría son no hereditarios o esporádicos. La causa de la ELA estaría en los neurotransmisores, que comunican a las neuronas entre sí. El ácido glutámico es un importante neurotransmisor. Se cree que su exceso en el espacio extracelular es la causa de esta enfermedad.
El Edaravone es un tratamiento intravenoso para la ELA que podría proporcionar beneficios a todas las personas que viven con la enfermedad, independientemente del momento de su aparición, pero se trata de una enfermedad sin cura.