Anticiparon que también organizan el festejo del Día de la Madre.
"Surgió la idea de hacer un festejo especial junto a ellos, para poder agregar un momento de felicidad y alegría. La idea tomó forma y logramos materializar una jornada muy divertida, donde hasta los más tímidos se animaron a jugar y bailar", dijo a Nuevo Diario Carlos Figueroa, referente de la fundación.
Y es que durante la cuarentena, se suspendieron los encuentros mensuales que organizaba la entidad con la finalidad de capacitarlos para el mejoramiento de la calidad de sus productos y entregarles el dinero de la venta.
"El último sábado de cada mes ellos se levantan muy tempranos para llegar a El Alfarcito. Recorren largas distancias en moto, vehículos y otros a pie. Al llegar completan las planillas donde queda detalladamente asentado las artesanías que entregan, luego se acomodan en las estanterías y reciben el dinero de las ventas. Después se reúnen en la Capilla donde descansa el Padre Chifri para tener un momento de oración", contó Figueroa.
Hasta antes de la pandemia, se compartía el almuerzo y ese momento servía para contar las novedades de los parajes. "Cuando se flexibilizó un poco la cuarentena, a la Capilla pasaban de a uno y se les entregaba un sándwich para que tengan algo en el estómago, siempre cumpliendo con los protocolos", agregó.
Al no permitirse la circulación de turistas -principal comprador de las artesanía-, la fundación tuvo que repensar nuevas formas de ventas y para evitar la pérdida del ingreso económico estableció un sistema de venta por catálogo y el envío personalizado de los productos.
Al flexibilizarse las medidas contra el Covid-19 se reabrió el Centro de Artesanos, pero muchos se vieron impedidos de llegar, por lo que miembros de la fundación se llegaron hasta sus hogares para buscar las artesanías y entregar el dinero de las ventas. "Fue un esfuerzo muy grande porque demandaba mucho tiempo", afirmó Figueroa.
El festejo
Luego de la recepción de artesanía y entrega de dinero, los artesanos y miembros de la fundación oraron en la Capilla y luego compartieron un almuerzo.
"Se encendió el festejo con la música más divertida, iniciamos los primeros juegos con premios, luego rondas y bailes. Surgieron los copleros con sus recitados tan tradicionales de los cerros, deleitándonos y haciéndonos pasar un momento muy especial", resumió Figueroa, quien en ningún momento dejó de destacar la obra del Padre Chifri para el desarrollo de los pobladores de la zona.
Centro de Artesanos
Fue creado por el Padre Chifri junto con la Fundación Alfarcito con la intención de organizar a los artesanos, para que puedan exponer y vender sus trabajos y recibir el asesoramiento necesario en el mejoramiento de sus productos.
“Siempre tuvo la intensión de crear un polo económico productivo en los cerros, que atraiga a turistas, viajantes y visitantes. Esto permitiría vender los productos de los cerros, economizando los gastos de traslados a las familias. También atraería inversiones que generarían más fuentes de trabajo”, indicó Figueroa.
Chifri buscó que los pobladores tuvieran una alternativa al sistema de trueque y tuvieran independencia económica.
