Las estadísticas muestran que en el NOA Salta es la provincia con mayor cantidad de chicas que tienen entre 14 y 20 años se encuentran casadas o en unión/convivencia.
Del total, el 1.7 por ciento de las chicas están en esa condición cuando el promedio en la región es del 1 por ciento. Mientras que en provincias cercanas, este porcentaje es marcadamente menor, como por ejemplo en el conglomerado Jujuy, Palpalá, que es del 0,1%.
Este fue uno de los tantos datos aportados en el tercer informe anual que elaboró el Observatorio de Violencia contra la Mujer en el Colegio de Abogados.
En el informe se volcaron los datos que hacen a las distintas condiciones en las cuales las mujeres quedan vulnerables ante la violencia ejercida ya no solo desde lo físico sino también desde lo institucional.
En cuanto a la cantidad de femicidios la presidenta del Observatorio, Laura Postiglione, destacó que en lo que va de este año los números bajaron a la mitad de las cifras obtenidas el año pasado. "Pero se debe seguir trabajando así sea una sola" la mujer que muera a causa de su condición como tal.
En cuanto a las muertes maternas, si bien la cifra bajó este año a 12 decesos de mujeres, respecto del año pasado que fueron 17, en las estadísticas se muestra que mientras en 2017 había fallecido una chica entre los 14 y 19 años, este año fueron 4 chicas de esa edad las que fallecieron.
"Entre los principales determinantes de la mortalidad materna se encuentran la persistencia de patrones de relaciones de subordinación y violencia hacia la mujer y el déficit a la hora de garantizar el acceso irrestricto a los métodos anticonceptivos, incluida la ligadura tubaria y la vasectomía.
Uno de los datos más notorios es el número de intervenciones anticonceptivas quirúrgicas realizadas por mujeres y por varones. Mientras que en el año 2017 las mujeres se realizaron 1568 lisis tubarias (o ligaduras de trompa), los varones que se realizaron vasectomía fueron 44", compara el informe.
Postiglione apuntó contra aquellos que generan “dudas” respecto de la Educación Sexual Integral (ESI), con la intención de “confundir”.
