Durante su carrera conoció varios destinos navales. A bordo de la corbeta ARA “Espora”, recordó anécdotas, sin dejar de mencionar a su querida Isla de Cañas, que pertenece al departamento de Iruya.
Andrés cursó sus estudios primarios en la escuela Nº 4.150 “Santiago de Compostela”. Comenzó el secundario en un anexo de una escuela de Orán, pero tuvo que abandonarlo, porque la situación económica de su familia lo obligó a buscar trabajo. Completó el secundario, años más tarde, en Punta Alta, ciudad cercana a la Base Naval Puerto Belgrano, cuando ya había ingresado a la Armada.
En su pueblo conoció gente que había hecho el Servicio Militar Obligatorio. “Un amigo grande, de Isla de Cañas, me comentó que él había hecho el servicio en la Armada, me describió cómo era y dónde podía inscribirme”, contó.
Desde que planteó en su casa la idea de ingresar a la Armada tuvo el apoyo de su familia. “Estaban contentos, felices. Aunque no sabían bien de qué se trataba, me dijeron que me iba a ir bien y que me apoyarían en todo lo que pudieran”, contó.
Así, en el 2003, Andrés viajó 300 kilómetros para llegar a la Delegación Naval que se encuentra en pleno centro de la ciudad de Salta, y se inscribió para ingresar como Marinero Tropa Voluntaria, donde le explicaron que podría prestar servicio hasta los 28 años de edad.
Con el correr del tiempo, quiso permanecer en la Institución y se postuló para ingresar como personal contratado. “Y después hice otro curso, finalmente para quedarme”, dijo Andrés, quien desde marzo del 2018 forma parte del Cuadro Permanente de la Fuerza.
Refirió que estuvo en el Batallón de Artillería de Campaña N° 1; y luego en a la Escuela de Suboficiales de la Armada. En el 2015 fue designado para embarcar a bordo de la fragata ARA “Libertad”, buque escuela que realiza Viajes de Instrucción.
A través de la Armada Paredes conoció Grecia, Italia y Francia.
Hoy se desempeña como camarero en la Camareta de Suboficiales en la corbeta ARA Espora.