Ratifican la inocencia de la mujer juzgada por una muerte por sobredosis de cocaína
El 15 de mayo pasado, Jésica Nahir Figueroa fue absuelta por el crimen de Rosana del Valle López, cuyo cuerpo apareció abandonado en la ruta 26 tras morir por una sobredosis de cocaína, causada por el estallido de una de las 74 cápsula que llevaba en su estómago.
La fiscalía apeló ese fallo, pero el viernes pasado el planteo no prosperó y la inocencia de Figueroa quedó firme.
El caso data del 21 de junio de 2022, cuando un jornalero que iba a su trabajo, en la zona sudeste de la ciudad, descubrió el cadáver de López, a pocos metros de la ruta 26, lugar donde fue arrojado por integrante de un cartel narco que llegó de Bolivia, exclusivamente para borrar cualquier rastro con la víctima.
La “limpieza” no fue del todo efectiva, pues a los días del hallazgo y confirmación de la muerte por sobredosis, cayó detenido Ángel Gutiérrez, quien era remisero de confianza de Figueroa, quien tenía antecedentes penales por tráfico de drogas y, además, era pariente lejano de la víctima.
En agosto del 2023, la mujer fue detenida y en mayo de este año fue llevada a juicio por el fiscal Eduardo Villalba, quien la acusó del homicidio calificado, por lo que corría riesgo de recibir una pena de prisión perpetua. El juicio fue presidido por el Tribunal Oral Federal N°2, integrado por los jueces Gabriela Elia Catalano (presidenta), María Alejandra Cataldi y Domingo José Batule.
Figueroa, según la acusación, fue la persona que controlaba a López en un viaje que tenía como destino final la provincia de Chaco, donde la víctima debía evacuar 74 cápsulas y completar la entrega de 750 gramos de cocaína. Sin embargo, la maniobra, que había iniciado el 19 de junio, se frustró a las horas, cuando López sintió que una de las cápsulas se rompió dentro suyo, poco antes de llegar a Metán.
“Pruebas sin certeza”
El abogado Arancibia confirmó el desistimiento de la apelación y, con ello, la confirmación de inocencia de su defendida. “Obviamente, la decisión del fiscal ante la Cámara, fue más satisfactorio, en especial frente a un delito que podría haberle costado una cadena perpetua a Figueroa”, sostuvo.
“Ahora sólo nos queda esperar la decisión de los camaristas respecto al transporte de la droga, el que, a mi entender, tampoco tiene sustento de certeza. Mi clienta no tuvo relación con esa droga y las pruebas que la fiscalía presentó tampoco son suficientes ni certeras”, agregó.
Sobre la acusación de homicidio, señaló que esa pelea se ganó en el juicio, debate que calificó de “gran nivel jurídico”, pues la fiscalía puso todo su “armamento”, tanto técnico como humano, con un equipo de auxiliares que estuvieron a la altura, sin embargo, el caso “era muy complejo” de probar.
También se benefició el remisero de la acusada
Ante el percance de López, según la fiscalía, Figueroa entró en acción y, lejos de promover el auxilio inmediato de López, lo impidió con el único fin de asegurar la impunidad de ella y sus secuaces.
Para ello, embarcó a la víctima de nuevo a Salta y la llevó a un bunker de la organización.
Si bien, intentó salvarla con ayuda de una amiga, López murió, tras lo cual informó lo sucedido a sus superiores en la cadena criminal y, a las horas, aparecieron dos refuerzos, con quienes se encargó de deshacerse del cuerpo del delito, dejándolo en la ruta 26, tarea en la que intervino su remisero, el que se encargó luego de llevar a la amiga a la terminal de ómnibus para que, desde allí, escape.
El panorama, presentado por la fiscalía, no pintaba nada bien para Figueroa, quien acudió a los gajes del experimentado abogado penalista, Marcelo Arancibia, para revertir la situación y el riesgo de pasar su vida tras las rejas.
El acierto fue total para la acusada, pues el letrado logró sacarla absuelta. Y de ese triunfo, también se benefició Gutiérrez, su remisero.
Y no solo eso, pues el viernes pasado, cuando la Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal, bajo la dirección de los jueces, Gustavo Hornos (presidente), Mariano Borinsky y Javier Carballo, se reunió para escuchar al fiscal ante esa sala, Javier De Luca, éste desistió de mantener firme la apelación que su colega salteño había interpuesto para revertir la absolución de Figueroa.
De esta manera, la mujer, que sí fue condenado por el tribunal salteño a una pena de 10 años de prisión por el transporte de la cocaína que iba en las 74 cápsulas, ya no tiene que preocuparse de pasar el resto de su vida en prisión por la muerte de López.