Como en los viejos tiempos, el odio y el negacionismo avanzan desde el Gobierno
Ni casuales ni azarosos, ninguno de los hechos ocurridos en los últimos meses en relación a la violencia política que se vive en el país resulta descolgado del negacionismo y odio que abraza con fuerzas el Gobierno Nacional.
Así es como los discursos de odio avanzaron de los dichos a los hechos reeditando los peores tiempos: así en marzo, el temor se apoderaba de una militanta de H.I.J.O.S en CABA, tras sufrir abuso por parte de quienes dejaron una pintada en la pared del lugar con la sigla “VLLC” (Viva La Libertad Carajo). En tanto que el sábado conocíamos el asesinato de una militanta de DDHH en Córdoba, Susana Montoya, de 74 años quien apareció muerta en su casa. Cobardemente dejaron amenazas hacia su familia, en particular contra Fernando Albareda, su hijo firmadas por “Policía” ¿Se trata de un inicio de época (o de retrocesos) con un primer crimen con estas aberrantes características en plena democracia? Sin dejar de recordar la desaparición de Julio López el 18 de septiembre de 2006.
Los hechos van de la mano con la narrativa oficial que además reivindica genocidas, que no niega sus planes de indulto, y organiza visitas a los represores, importándole poco las premisas de Memoria, Verdad y Justicia.
Sorprende en esa trama, que la usina de estas ideas sea el Ministerio de Defensa, a cargo del radical (sí, radical) Luis Petri: el mismo que propone militarizar las calles “para resolver conflictos terroristas”, retomando conceptos que apelan al horror; el funcionario al que sindicaron como el cerebro de las mencionadas visitas a los condenados; y bajo cuyo ejido responde una nueva-vieja SIDE con presupuestos millonarios para el espionaje.
Petri, pasó sin pena y sin gloria este fin de semana por suelo salteño, sin dar explicaciones de ninguno de estos tópicos.
Y en el medio, los coletazos de un listado de legisladores, que no tuvieron un único encuentro en Ezeiza, sino que en otras desafortunadas oportunidades habrían tomado parte, entre ellos nuestros representantes salteños sin sonrojarse.
Ni hablar de la narrativa de odio a las políticas de género sobre las que pende el dedo acusador de “ideologías”, negando como de costumbre el problema y la celebración de la “disolución administrativa del INADI”, como primer corolario de un relato que promete “ir a por todo”.
“Nada Malo”
En diálogo con medios porteños, la diputada que representa a los salteños en el Congreso Nacional por La Libertad Avanza, Emilia Orozco, reconoció la invitación a la visita a los condenados genocidas en la cárcel de Ezeiza y que participó de reuniones. “Estamos tranquilos de que no hicimos nada malo”, dijo a Delta FM según citó el portal coloquial.com.ar.
“La invitación decía ‘vamos a ver las condiciones de detención, vamos a hacer una visita a la cárcel de Ezeiza”, insistió y apuntó contra los que intentaron despegarse de la actividad argumentando desconocimiento.
Según un informe que este lunes emitió el programa “Argenzuela”, Zapata y Orozco integraron un grupo de 13 diputados de LLA que participaron de reuniones previas a la visita, aunque luego fueron solo Beltrán Benedit, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, Lourdes Arrieta, María Fernanda Araujo y Rocío Bonacci.