Nación pone a la venta las centrales hidroeléctricas
A través de un decreto, el presidente Javier Milei ordenó renovar las concesiones a privados y dispuso un plazo de 180 días para la venta de las acciones del Estado.
A través del decreto 718/2024, publicado en el Boletín Oficial, se ha establecido un plazo de 180 días para concretar la venta de estos complejos situados en la región del Comahue, entre las provincias de Neuquén y Río Negro.
¿Qué Implica la Venta de Estas Centrales Hidroeléctricas?
Estas centrales, que son fundamentales para la generación y distribución de energía en el país, están actualmente operadas por empresas privadas cuyos contratos de concesión ya han vencido y se encuentran en un período de transición.
El proceso de privatización estará gestionado por la Secretaría de Energía, la cual ha sido designada para organizar un concurso público nacional e internacional con el objetivo de vender el paquete accionario mayoritario de cada central.
Papel de Enarsa y NASA en el Proceso
Enarsa (Energía Argentina S.A.) y NASA (Nucleoeléctrica Argentina S.A.), que en el pasado han gestionado estas concesiones, volverán a participar en esta etapa del proceso. No obstante, bajo la nueva normativa de la Ley de Bases, ambas empresas también forman parte del paquete de privatizaciones, lo que significa que no habrá un ente estatal especializado encargado de supervisar la venta. Los criterios específicos para la venta lo determinaran la Secretaría de Energía y el Ministerio de Economía, quienes actuarán como las autoridades competentes.
Un Futuro Energético en Transición
El plan de privatización de estas centrales hidroeléctricas marca un cambio significativo en la política energética de Argentina. Este movimiento podría redefinir la estructura del sector eléctrico y tendrá un impacto directo en la distribución de energía en todo el país. La medida, que busca atraer inversiones tanto nacionales como internacionales, es parte de la estrategia del gobierno de Javier Milei para reducir el rol del Estado en la economía.
Fuente: La vanguardia