El asesinato de un niño en Toledo desata bulos racistas en redes sociales
El asesinatode Mateo, un niño de 11 años, reaviva el debate sobre los delitos de odio en las redes sociales y la necesidad de regular su uso. La Fiscalía investiga la propagación de mensajes falsos que vinculan el crimen a la inmigración.
Apuñalaron y asesinaron a Mateo, un niño de 11 años en Mocejón, Toledo, ha puesto nuevamente en evidencia el problema de los bulos racistas y los delitos de odio en las redes sociales.
Asimismo, comenzaron a circular mensajes en plataformas digitales que acusaban, sin fundamento, a un asesino de “nacionalidad magrebí”. También sugerían que el culpable podría ser uno de los menores migrantes no acompañados alojados en un hotel de la localidad, que cuenta con apenas 5,000 habitantes.
La magnitud de estos mensajes falsos fue tal que el portavoz de la familia del menor tuvo que intervenir públicamente para pedir que no se utilizara la tragedia para fomentar el odio racial.
Sin embargo, su intervención provocó ataques personales contra él en las mismas redes sociales. Ante esta situación, la Fiscalía ha anunciado la apertura de una investigación para identificar y, en su caso, sancionar a los responsables de estos mensajes.
Medidas propuestas para combatir los delitos de odio
Miguel Ángel Aguilar, fiscal de Sala Coordinador contra los Delitos de Odio y Discriminación, abordó el problema en una entrevista en el programa ‘Hoy por Hoy’ de la Cadena SER.
En su intervención, Aguilar propuso dos posibles soluciones para enfrentar la propagación de bulos y delitos de odio en redes sociales: la identificación obligatoria de los usuarios y la prohibición de uso de las plataformas digitales para aquellos que hayan cometido delitos graves.
“Muchas veces nos encontramos con la dificultad de que la investigación no puede prosperar porque desconocemos quién es el autor”, explicó Aguilar. Por ello, sugirió que, al igual que para conducir un coche o una moto se requiere identificación, “sería interesante” exigir lo mismo para acceder a redes sociales.
En cuanto a la prohibición del uso de entornos digitales, el fiscal recordó que esta sanción ya se aplica en casos de delitos contra la integridad moral, y sugirió que podría ampliarse a quienes cometan delitos de odio, como insultos racistas o homófobos. “Este tipo de delito castiga a quienes lesionan la dignidad mediante acciones que entrañan humillación, menosprecio o descrédito”, explicó.
Investigación y cautela ante los delitos de odio
A pesar de la gravedad de los mensajes difundidos tras el asesinato de Mateo, Aguilar se mostró cauto al calificar estos actos como delitos de odio, señalando que “es necesario que tengan cierta entidad y cierta gravedad”.
“Hay que analizar cada caso concreto. Esto requiere una investigación muy rigurosa por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad”, afirmó Aguilar. Asimismo, destacó la importancia de entender el contexto en el que se difunden estos mensajes para determinar si tienen trascendencia jurídico-penal.
La investigación en curso busca recopilar todas las piezas del rompecabezas para determinar si los mensajes difundidos tras el asesinato de Mateo constituyen delitos de odio. Este caso subraya la urgente necesidad de abordar los riesgos que plantean las redes sociales en la propagación de odio y desinformación.