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La economía, la industria y las redes, los “culpables” de los cambios en la alimentación

Una especialista en el tema alimentación, la licenciada en Nutrición Blanca Beatríz Dagum, aseguró a Nuevo Diario que existen cambios de alimentación año tras año.

“Son muy notorios los cambios de alimentación. Esto se advierte en tres niveles:

Primero: industrial, debido al crecimiento constante de la industria alimenticia.

Segundo: a nivel económico, dado que el flujo económico familiar, va variando cada día, de acuerdo a las posibilidades de ingreso en los distintos estratos sociales.

Tercero: a nivel orgánico, dado que a medida que la persona crece, experimenta diferentes cambios físicos; a los que hay que sumarle, la influencia constante de los medios de comunicación y redes sociales, con la proliferación de dietas mágicas de las más variadas.   

En relación a cómo influyen estos cambios en el ser humano como especie, y sí ayudan en su equilibrio, Beatriz dijo “pueden darse las dos circunstancias. Por un lado, quien se instruye y asesora correctamente, adquiere un equilibrio en su alimentación de manera responsable. Y por otro lado (gran mayoría), tornan su alimentación inadecuada, insuficiente y desequilibrada”.

Aseguró que, sin embargo, para no caer en desequilibrios, “es muy importante tener en cuenta las Leyes de la Alimentación, que nos hablan de cantidad, calidad, armonía, y adecuación. La alimentación debe ser suficiente, completa, armónica y adecuada”

Veganos/Vegetarianos

En las nuevas modalidades siempre las tendencias se van mostrando. Ahora estas ¿se copian, o se adquieren desde el embarazo?

“Si, se van experimentando cambios en las nuevas generaciones de gestantes, dado que los padres transmiten a sus hijos, sus hábitos y tradiciones”

De allí que sea común, como algunas madres sostienen, “desde bebé no quiere comer carne”, será bueno saber si se la ofrecen, como opción.

Para la especialista en Nutrición es importante resaltar, que, a cada persona, le puede corresponder una dieta determinada, porque cada organismo es una individualidad en sí misma y no todas las dietas y planes alimentarios que existen y surgen día a día, pueden ser implementados a todos.

“Por ello, entiendo, que las modas en la alimentación no son apropiadas y pueden ser peligrosas, sin control adecuado”, enfatizó.

En cuanto a que estos cambios pueden llegar a ser nocivos, señala que “resultan nocivos cuando estos cambios no son supervisados y controlados por profesionales idóneos. Por ejemplo, es muy común ver que entrenadores físicos, recomiendan la famosa dieta Keto, la cual no es aconsejada para determinadas patologías”, dijo.

Finalmente, en cuanto a que es habitual que se pidan dietas desintoxicantes, Beatriz, señaló que estas opciones si son buenas, “esto siempre y cuando las mismas sean indicadas y supervisadas por profesionales idóneos, ya que, existen determinadas patologías, para las que no se deberían indicar estas desintoxicaciones”.

Los adolescentes con la musculatura en desarrollo están en un punto clave

Es común que, en esta etapa del crecimiento, los adolescentes se enfoquen solo en las comidas rápidas. Sin embargo, con una variación de alimentos, pueden mantener un equilibrio que les permita un crecimiento acorde para su edad, y poder contar con el cuerpo que además buscan tener.

Así, la licenciada en Nutrición Blanca Beatríz Dagum, señaló que “un adolescente debe alimentarse desde lo armónico, completo y equilibrado. Porque están en pleno crecimiento y su desarrollo muscular es intensivo”.

Así, se los orienta en 50 por ciento de carbohidratos, una buena selección de legumbres, de fibra; el 20 por ciento deben ser proteínas, todos los derivados de la leche, las carnes, los huevos y el 30 por ciento de grasas.

“Esto es grasas saludables, buenas. Las de las semillas, de los aceites vegetales, de los frutos secos, todo debe estar en calidad y cantidad con la suma de verduras y frutas”

El porqué de las verduras y frutas es porque aportan los minerales y las vitaminas.

“Esto es que una alimentación que tiene carbohidratos, proteínas, grasas con vitaminas y minerales, es completa”.

Finalmente, hizo un capítulo especial para el consumo de líquidos saludables, “no aguas saborizadas o gaseosas, sino que se debe incentivar, el consumo de agua o las aguas saborizadas pero caseras. Ellos las pueden elaborar en sus casas”, finalizó.

Del homo sapiens al homo Erectus

La alimentación ha jugado un papel crucial en la evolución de la humanidad, actuando como una fuerza selectiva que moldeó tanto el cuerpo como las prácticas culturales. Los primeros homínidos obtenían la mayor parte de su energía y proteínas de fuentes vegetales, como frutas, verduras, raíces y nueces, cuando aún no se cocinaban los productos.

Este tipo de dieta fue adecuado para su estilo de vida arbóreo en la transición hacia un hábitat en las llanuras implicó una serie de adaptaciones físicas y conductuales significativas, considerando que el hombre se enderezó en sus dos pies.

Con el tiempo, la alimentación de sus ancestros se diversificó.

La adopción de prácticas como la carroñería, la cacería y, en ocasiones, la antropofagia, permitió a los primeros humanos explotar recursos más variados y ricos en nutrientes, así analizado por páginas españolas. Este cambio dietario fue especialmente notable en el Cro-Magnon y otros humanos modernos, quienes dependieron en gran medida de la caza de grandes mamíferos, aumentando así la proporción de carne en su dieta.

Durante el período paleolítico, aproximadamente hace 60.000 años, la dieta se adaptó aún más debido a factores como la sobreexplotación de recursos, los cambios climáticos y el crecimiento de la población. Estos cambios promovieron una dieta más diversa, que incluía no solo grandes mamíferos, sino también peces, mariscos, animales pequeños y una mayor variedad de vegetales.

El desarrollo de herramientas como piedras de moler y morteros facilitó el acceso a estos alimentos.

Entre los cambios más significativos en la dieta moderna se encuentran un mayor consumo de energía, grasas saturadas, ácidos grasos omega-6 y grasas trans, junto con una disminución en la ingesta de ácidos grasos omega-3, carbohidratos complejos y fibra.

Estos cambios han sido acompañados por una reducción en el gasto energético en las sociedades urbanas.

Los alimentos que han sufrido mayores modificaciones en su consumo son los cereales, los lácteos, los azúcares refinados, los aceites vegetales refinados y las carnes grasas de animales criados en confinamiento.

Estos cambios en la dieta, para algunos estudios, están en la base de la epidemia de enfermedades crónicas relacionadas con la nutrición en la actualidad.

Alimentación consciente: escuchar al cuerpo

La alimentación consciente, que así puede traducirse, consiste en dedicar atención plena a la hora de alimentarnos. Porque si se come de forma consciente, se pueden escuchar las sensaciones, tanto físicas (el hambre, la saciedad y las señales de satisfacción) como mentales. Uno de los más fervientes seguidores de estas tendencias en el país es Alex Von Foerster, quien además de haber estado en Salta dictando taller, lo hace a través de su web, incentivando las desintoxicaciones, la agricultura biodinámica, y la ingesta de alimentos fermentados, todo buscando la mejora de la micro y macrobiota del intestino.

De allí que se plantea la necesidad de una ingesta de alimentos como los yogures, el kefir, para mantener un intestino saludable.

También señala que en cada inicio de estación del año se debe hacer una variante para que el cuerpo pueda recibir y aprovechar mejor los nutrientes de la etapa del año que comienza.

Es partidario de los panes elaborados con masa madre por los beneficios que esto acarrea.

“La fermentación es una clave para mí. Existe desde siempre, en toda clase de alimentos como el queso, el yogur, el salame, el chucrut, el kéfir y todas las verduras que te imagines”, define.

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