Condenan a la pareja líder de un templo Umbanda a 9 y 8 años de prisión
El Tribunal Oral Federal N°2 de Salta condenó hoy, por mayoría, a los líderes espirituales de un templo umbanda, Juan Soria Villalba y su pareja, María Ester Arroyo, a las penas de 9 años y 8 años y dos meses de prisión, respectivamente.
El fallo surge tras encontrarlos responsables del delito de trata de personas con fines de explotación sexual agravada por intimidación, por la vulnerabilidad de las víctimas, por haberse consumado la explotación y por ser los imputados ministros de un culto religioso, y por las lesiones leves perpetradas a dos víctimas, en concurso real. Ello en línea con la acusación formulada por el titular de la Unidad Fiscal Federal de Salta, Eduardo José Villalba.
Además, la jueza Gabriela Catalano y el juez Abel Fleming, dispusieron la inhabilitación de la pareja imputada, por el tiempo que dure la condena, y ordenaron el decomiso de 18.600 dólares -para ser afectados al Fondo Fiduciario de Asistencia Directa a Víctimas de Trata de Personas, en caso de que quede firme la sentencia-, las cédulas azules de un Volkswagen Gol Trend, tres teléfonos celulares y el embargo preventivo del inmueble donde funcionaba el culto. También, por razones humanitarias, ordenaron la devolución de 61.000 pesos a la pareja acusada y que el cumplimiento de la condena, en el caso de Arroyo, fuera bajo la modalidad de prisión domiciliaria.
Por su parte, el juez Domingo Batule, que votó en disidencia, se había expresado en favor de la aplicación de una condena de 5 y 6 años de prisión para Soria Villalba, y de 5 años y 1 mes para Arroyo, como coautores de explotación económica del ejercicio de la prostitución ajena agravada por intimidación y la situación de vulnerabilidad de las víctimas y por ser las personas imputadas ministros de un culto, en concurso con el delito de lesiones leves.
San La Muerte
De acuerdo con la acusación postulada por el fiscal general Villalba, quien contó con la asistencia de la auxiliar fiscal Vanina Pedrana, los hechos tuvieron lugar en el santuario que los acusados dirigían en la calle 16 de septiembre 338, en Villa San Antonio.de la capital provincial.
De acuerdo a la denuncia formulada por una persona, en febrero de 2.021, la pareja, cuyos integrantes se hacían llamar “Pae” y “Mae”, captaba a personas en estado de vulnerabilidad, que luego eran explotadas en su beneficio y para lo cual se valían de actividades religiosas dirigidas a venerar a San La Muerte, dentro del credo Umbanda.