El feminismo critica falta de resultados pese a la prórroga en emergencia por violencia de género
La sucesión de hechos recientes de violencia contra mujeres, situaciones no resueltas, desapariciones, verdaderas persecuciones a las víctimas desde el propio sistema, en mujeres y disidencias etc, ha generado el malestar y repudio de los movimientos feministas que exigen algo más que lo meramente declarativo, tras la reciente aprobación de la prórroga por dos años de la Emergencia por Violencia de Género
En medio de cuestionamientos sobre los alcances y resultados reales de las políticas implementadas, en el marco de la convocatoria a marchar ayer por las calles de la ciudad y en diálogo con Nuevo Diario, la periodista feminista Teresita Frías, miembro de la Asamblea Feminista de Salta, expresó su preocupación por la ineficacia de las medidas implementadas hasta el momento. Según Frías, “Salta sigue siendo una provincia donde la emergencia por violencia de género ha sido prorrogada por una década sin soluciones de fondo. Se hace evidente que no se trata solo de una crisis normativa, sino también institucional”.
Desapariciones y femicidios que alertan sobre la crisis
Frías destacó los recientes casos de desapariciones y femicidios que han conmocionado a la sociedad salteña. “Casos como el de Norma Márquez, una nena wichi de 14 años que no se la vio más desde 2022, oriunda de la Misión Chaqueña, o la desaparición de Jessica Gutiérrez en La Caldera, son ejemplos trágicos de la falta de respuestas estatales”, señaló. Además, mencionó el femicidio de Dalma Bataches, una joven de 21 años en situación de calle, Viviana lubik una mujer de 50 años que desapareció en febrero, pero la comenzaron a buscar en marzo, y los intentos de femicidio de Mónica Toscano en Orán y Carmen Silvina Romero en El Quebrachal como “alertas de una problemática enquistada que, pasan los años, y no se extirpa”.
Frías también hizo hincapié en la omisión de políticas eficaces y la falta de recursos para abordar la violencia de género, lo cual, según la periodista, se ha agravado tras la llegada del gobierno de Javier Milei y el recorte e invisibilización total de los reclamos atinentes en género. “Lamentablemente se evidencia la omisión de políticas eficaces, la falta de recursos y el abandono de quienes más lo necesitan”, afirmó.
Promesas que siguen siendo vacías
Frías expresó la desazón desde los colectivos de mujeres y disidencias por la falta de avances significativos tras diez años de emergencia declarada. “A diez años de la declaración de emergencia, se siguen escuchando las mismas promesas vacías y los mismos movimientos cuestionables de algunas personas que se presentan como defensoras de las mujeres y diversidades, mientras tanto, los casos extremos de violencia machista van en aumento”, aseguró.
Para Frías, la solución no pasa por la mera prórroga de la emergencia, sino por un cambio profundo en el sistema que condena a las mujeres y diversidades a la desprotección. “Sé que la violencia de género es un flagelo que no se resuelve con prórrogas vacías, sino con una voluntad real de cambiar este sistema”, concluyó.
Un Estado ausente
En la previa a la marcha de mujeres y disidencias por las calles de la ciudad, Nuevo Diario dialogó también con otra de las voceras de la Asamblea Feminista y referenta de Madres Protectoras, Yanela Barrios, quien recordó también que: “algunas de estas compañeras por las que marchamos, habían realizado denuncias de violencia de genero previas y sólo chocaron contra un sistema judicial machista, misogino y patriarcal, que defiende abusadores y violentos”. “Necesitamos medidas efectivas de protección, medidas cautelares que protejan a las víctimas no a los victimarios. Basta de desestimar las denuncias por violencia de género, celeridad en todas las causas”, enfatizó e insistió en la violencia judicial que opera en la actualidad: “se desestiman las causas por violencia de género, y en caso de que no se desetime, van tan lento que muchas veces el femicida llega primero. También en los casos de abuso”. “Exigimos una justicia en la que los que investigan y juzguen estén alejados de cualquier sospecha de violencia de género”, refirió Barrios que también apuntó sobre la importancia de visibilizar la violencia vicaria.
Pronunciamientos
En consonancia con las declaraciones de Frías, el Comité de Latinoamérica y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (CLADEM), junto con la Multisectorial de Mujeres de Salta y la Comisión de la Mujer de la UNSa, emitieron un pronunciamiento titulado: “Declarar la prórroga no es la solución”. En este documento, expresaron su “alarmante preocupación” ante la falta de coordinación y políticas concretas para erradicar la violencia de género en la provincia.
El comunicado denuncia que, mientras se prorrogaba la emergencia por dos años más, las muertes por femicidios en Salta siguen ocurriendo sin que el Estado provincial o los municipios actúen de manera organizada. El documento cita casos recientes como el de Jessica Gutiérrez, desaparecida en septiembre, y los femicidios de Dalma Bataches y una mujer no identificada, para señalar la falta de intervención preventiva y de acompañamiento a las víctimas.
“El alto índice de muertes violentas y dudosas de mujeres a la fecha sigue evidenciando la falta de políticas de género transversales por parte del Estado”, señala el pronunciamiento, que también exige el inmediato funcionamiento de programas de prevención con equipos técnicos interdisciplinarios en toda la provincia.
Críticas al Observatorio de violencia contra las mujeres
Un aspecto que genera malestar en el movimiento feminista es el manejo político del Observatorio de Violencia contra las Mujeres. Según Frías, se ha buscado utilizar la institución para fines políticos en lugar de atender las necesidades de las víctimas. “Es preocupante que intenten presionar para colocar en un cargo político en el observatorio a personas señaladas de revictimizar a víctimas. Hay que recordar que el observatorio debería velar por los derechos de las víctimas y no ser utilizado para rosqueo político”, sostuvo Frías.
La periodista también cuestionó la insuficiencia de la capacitación obligatoria en las fuerzas de seguridad y en el sistema de salud, y denunció la persistencia de fallos machistas en los juzgados salteños. “Estos fallos, junto con la poca atención a las violencias contra diversidades y minorías, profundizan la crisis”, indicó.
Los números que duelen en la geografía nacional
Durante los primeros siete meses de 2024, el país registró 168 femicidios, tres de ellos clasificados como lesbicidios y dos como trans-travesticidios, según el informe del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”. Este reporte destaca que 178 hijos e hijas quedaron sin madre, con el 58% de ellos siendo menores de edad.
Asimismo, también detalló que el 56% de los agresores eran parejas o exparejas de las víctimas, lo que pone en evidencia la trágica realidad de la violencia doméstica y la dificultad de escapar de una relación abusiva. De acuerdo al Observatorio, el lugar más inseguro para una mujer en situación de violencia sigue siendo su propio hogar o el hogar compartido con el agresor, ya que el 58% de los femicidios ocurrieron en estos entornos. El panorama es aún más preocupante cuando se consideran los datos de 2023. En ese año se registraron 250 víctimas directas de femicidios, un aumento del 10,6% respecto a los 226 casos del año anterior. Aunque estas cifras están por debajo del pico de 260 víctimas en 2019, el incremento en los casos en comparación con el año anterior refleja una tendencia que parece no tener fin.