Brasil se prepara para el G20: Acuerdos y desafíos
Brasil se prepara para el G20 de Río de Janeiro, programado para noviembre, el país busca avanzar en temas cruciales.
La 79ª Asamblea General de las Naciones Unidas (AGNU), que concluyó a finales de septiembre, permitió a Brasil replantear su agenda internacional. Con la vista puesta en el G20 de Río de Janeiro, programado para noviembre, el país busca avanzar en temas cruciales.
Uno de los principales temas discutidos en la AGNU fue el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur. Este acuerdo, que lleva más de 20 años en negociación, podría tener un punto de inflexión tras la reunión entre el presidente brasileño, Lula da Silva, y la presidenta de la UE, Ursula von der Leyen. Lula se comprometió a firmar el acuerdo en 2023.
Además, la UE decidió aplazar un año la nueva normativa medioambiental que podría afectar las exportaciones brasileñas. “La Comisión Europea ha propuesto dar más tiempo a las partes interesadas”, informó un comunicado de la UE.
Esta decisión llega después de que el ministro de Asuntos Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, expresara el descontento del gobierno brasileño por las normativas que amenazaban con bloquear productos procedentes de zonas de deforestación.
La medida había generado preocupación en Brasil, donde se estimaba que las importaciones podrían perder hasta 14.000 millones de dólares.
Analistas sugieren que la prórroga abre nuevas oportunidades para avanzar en el acuerdo Mercosur-UE. Brasil planea incluir el debate sobre la deforestación en el futuro tratado, alineando así su posición con la normativa europea.
Políticas del exterior
Por otro lado, el bloque BRICS también está en el centro de atención. La próxima reunión en Kazán, Rusia, entre el 22 y el 24 de octubre, contará con la presencia de líderes clave, incluidos Lula y Putin. Brasil, junto a India, ha solicitado establecer criterios claros para la expansión del bloque, evitando simplemente elaborar una lista de nuevos miembros.
Los analistas creen que países como Bolivia y Cuba podrían ser admitidos, aunque Brasil también ha defendido la inclusión de Colombia. Sin embargo, la relación entre Brasil y Nicaragua se ha deteriorado, dificultando su ingreso al grupo.
En medio de estos desarrollos, la política exterior de Brasil se complica. La reciente escalada de tensiones en Oriente Medio ha llevado a cuestionamientos sobre la alineación de Brasil con Irán y sus implicaciones para los derechos humanos. El gobierno de Lula ha sido criticado por su enfoque en este conflicto.
A medida que se aproxima el G20, Brasil enfrenta un panorama internacional lleno de retos y oportunidades. La capacidad del país para navegar estas aguas determinará su influencia en el escenario global en los próximos meses.