“El nombrador” salteño, Daniel Toro, partió al recreo de su vida
“Me voy al recreo de la vida”, solía decir Daniel Toro, que ayer murió rodeado de sus familiares y amigos, tras luchar contra un cuadro de neumonía. El cantautor salteño tenía 82 años. Emprendió su viaje corporal dejando un enorme legado musical.
La noticia fue confirmada por uno de hijos a Nuevo Diario. "Sí, se fue el amor más grande de mi vida", expresó Daniela Toro.
A su vez, otro de sus hijos Carlos Toro a través de su cuenta de Facebook también afirmó: "Desde nuestro núcleo familiar queremos informar el fallecimiento de nuestro padre. Gracias a todos los que estuvieron durante todo este tiempo a su lado acompañando con palabras de aliento y sus rezos".
"Se fue físicamente, pero su historia, su voz y su música quedarán para la eternidad. Hoy más que nunca, Viva Daniel Toro!!!", enfatizó sobre la partida de su padre.
Su partida se dio nueve días después que su hija Daniela consultada por este medio, dio la novedad que su salud estaba complicada, pero que la estaba peleando "como el buen Toro fuerte que es", había dicho esperanzada.
Facundo Toro también temía que iba a llegar este momento y contó que la situación preocupaba mucho a la familia, pero abrigaba la esperanza de que se recupere como ya había sucedido otras veces: "Porque sabemos que él es fuerte", sostenía.
Ayer el cantautor perdió su lucha contra ese grave cuadro de neumonía por la que había sido internado en Córdoba en coma farmacológico y los médicos lo mantenían con un respirador mecánico,
Finalmente el folclorista se fue y dejó para la memoria su enorme obra musical por la que seguramente será recordado y homenajeado como un ícono del folclor argentino y latinoamericano.
Más de un millar de temas
Daniel Toro había nacido el 3 de enero de 1.941 en Salta. Durante la década de oro y el resto de su vida se convirtió en un prolífico compositor, con más de un millar de obras entre las que se cuentan clásicos del cancionero argentino e hispanoamericano, como "Para ir a buscarte" y "Cuando tenga la tierra" (ambas con Ariel Petrocelli), "Zamba para olvidar", "Mi mariposa triste", "Este Cristo americano", "Nostalgia mía", "Pastorcita perdida" y "El antigal" (con Lito Nieva y Ariel Petrocelli).
Desde 1.959 integró varios conjuntos como Los Tabacaleros, Los Forasteros, Los Viñateros y Los Nombradores. En 1.966 inició su carrera solista y un año más tarde en el Festival Nacional de Folclor de Cosquín recibió el Premio Consagración del año.
Luego lanzó varios discos, pero especialmente el que obtuvo un mayor suceso: "El Nombrador", que contenía los éxitos, "Cuando tenga la tierra", "Zamba para olvidar" y "Escríbeme una carta".