Rusia intensifica tensión en Medio Oriente al apoyar a hutíes en el Mar Rojo
Rusia intensifica tensión en Medio Oriente al apoyar a hutíes tras ataques en el Mar Rojo una zona vital para el comercio internacional.
Rusia ha elevado su intervención indirecta en el conflicto de Medio Oriente, proporcionando datos satelitales a los hutíes en Yemen, quienes han lanzado ataques en el Mar Rojo, una zona vital para el comercio internacional.
Según The Wall Street Journal, esta información de origen ruso ha sido facilitada mediante la Guardia Revolucionaria de Irán, lo que permite a los hutíes ejecutar ataques cada vez más precisos. Desde noviembre de 2023, han atacado más de cien embarcaciones, provocando graves pérdidas económicas y humanas.
El Mar Rojo es una de las rutas de comercio más estratégicas del mundo, especialmente por el estrecho de Bab al-Mandeb, donde transita el 10% del petróleo global. Los ataques, motivados en parte como represalia a la invasión de Gaza por parte de Israel, han hundido dos barcos y secuestrado otro, además de generar un flujo inestable en la región.
Ante esta situación, Estados Unidos ha invertido más de mil millones de dólares en municiones y ha formado una coalición multinacional para escoltar embarcaciones en la zona.
“Los ataques hutíes están transformando esta arteria comercial en una zona de riesgo máximo”, señaló un experto en seguridad marítima, refiriéndose a los efectos de esta crisis en las rutas comerciales globales.
Estrategia rusa y preocupaciones de Occidente
La colaboración de Rusia con Irán marca un cambio en su política exterior, alejándose de su alianza con Israel. El Kremlin ha mostrado disposición a reforzar sus lazos con grupos aliados de Irán, como Hamas, Hezbollah y los propios hutíes, utilizando estas conexiones para generar inestabilidad y, de esta manera, desviar la atención de Estados Unidos de la guerra en Ucrania.
Las preocupaciones en Washington se han intensificado, especialmente ante la posibilidad de que Rusia envíe misiles antibuque y sistemas de defensa aérea a los hutíes. Esto podría representar una amenaza directa para las fuerzas estadounidenses desplegadas en el área. Hasta el momento, no hay pruebas concretas de que Rusia haya proporcionado este tipo de armamento.
En respuesta a estos ataques, las embarcaciones han recurrido a tácticas defensivas como apagar sus sistemas de señalización, lo que las hace “invisibles” a los radares y el monitoreo estándar. A su vez, la vigilancia satelital ha cobrado mayor importancia en la región, un recurso limitado a servicios de inteligencia avanzados.
Impacto económico y reestructuración de rutas
Para evitar el Mar Rojo, muchos petroleros y cargueros han comenzado a redirigir sus rutas a través del Cabo de Buena Esperanza, una travesía más larga y costosa. La respuesta de Estados Unidos incluye el despliegue de bombarderos B-2 Spirit y la asignación de grandes sumas para interceptar drones y misiles, en un esfuerzo por mantener la seguridad y estabilidad del comercio en la región.