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En la causa Monges, los imputados Bejarano negaron su participación

Darío Esteban Monges fue descubierto muerto el 3 de septiembre de 2022, alrededor de las 12:20, cuando la policía fue alertada sobre la presencia de un vehículo con su conductor en el interior, el que presentaba rastros de sangre, en el barrio El Círculo de esta ciudad.

Por ese asesinato están siendo juzgadas las conductas de Roberto Catalino Bejarano y sus hijos, Santiago Ismael y Roberto David, quienes también deben responder por tenencia de estupefacientes con fines de venta.

El fiscal general Eduardo José Villalba, a cargo de la PROCUNAR NOA -unidad que llevó adelante la investigación-, representa al Ministerio Público Fiscal; el querellante es Nicolás Escandar (representa a la familia de Monges).

El Tribunal Oral Federal de Sala N°1 está integrado por la jueza Marta Liliana Snopek (presidenta), Federico Santiago Díaz y Mario Marcelo Juárez Almaraz, vocales.

En la audiencia de ayer, declararon los Bejarano, brindando solo su versión de los hechos ya que se negaron a responder preguntas.

La audiencia no tuvo gran extensión y finalizó antes de las 11:00.

Los tres trataron de despegarse del homicidio, señalando que nada tuvieron que ver. Buscaron la forma de explicar la presencia de ADN y el porqué de los olores que los perros reconocieron. Al respecto, dijeron que la odorología dio positiva en el asiento de atrás que correspondió con que fueron a buscar un cuadro en moto, y David Bejarano dijo que él había ido manejando la camioneta, de allí que su ADN estaba en el volante y en la palanca de cambio.

Lo cierto es que ese ADN no era significativo, por tanto, podría haber sido cubierto por el manejo del propio Monges de haber ocurrido así. De todas formas, su ADN estaba allí cuando se encontró el cuerpo con cinco balazos en la camioneta.

Amenazas

David Bejarano, quien sería el más complicado de acuerdo a cómo se desarrollan las audiencias, señaló tener miedo, ya que es amenazado sin aclarar por quién. Tampoco agregó de qué manera y menos aún el por qué no hace una denuncia formal.

Sí reconoció que los días previos lo vio a Monges, sin agregar más detalles.

Santiago Bejarano, al momento de declarar en sede policial cuando la investigación se iniciaba, nunca hizo referencia al traslado del cuadro de una moto, tal como señalaron ayer, inclusive ante la pregunta de una de las defensoras dijo que “estaba nervioso”.

Sin embargo, no coincidió con su declaración en sede policial, que fue al día siguiente del hecho.

Dijeron que sabían que el testigo de identidad reservada es Matías González, que se trataba de un primo de ellos que había participado en un transporte de droga hasta Orán, y que se pelearon por una causa de un tiroteo, pero luego se distanciaron y señalan que ahora los perjudica con esa declaración.

Roberto Catalino por su parte, el padre, dijo que no conocía a Monges, que él es taxista y que nada tiene que ver con los negocios que hacen los hijos. Dijo que manejó algún auto de Monges para remis, pero de esto hace más de doce años. Las audiencias continúan.

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