Cayó el régimen de Al-Assad: los rebeldes toman Damasco y abren un nuevo capítulo en Siria
Los insurgentes liderados por Hayat Tahrir al-Sham lograron derrocar al presidente sirio Bashar al-Assad tras una ofensiva relámpago.
En un evento que marcará la historia de Medio Oriente, los rebeldes islamistas tomaron Damasco este domingo, poniendo fin al gobierno de Bashar al-Assad.
Tras más de medio siglo de dominio de su familia, el presidente huyó del país, dejando a Siria en una encrucijada política. Según confirmaron fuentes internacionales, Al-Assad se refugió en Rusia, mientras los insurgentes celebraban su victoria.
El ataque fue liderado por Hayat Tahrir al-Sham (HTS), grupo que alguna vez estuvo afiliado a Al-Qaeda. En cuestión de días, las fuerzas rebeldes penetraron las defensas del ejército sirio, encontrando poca resistencia. La televisión estatal siria confirmó la caída del régimen con un video en el que los rebeldes declaraban: “Hoy comienza una nueva era para Siria”.
La coalición rebelde liberó a miles de presos políticos, incluyendo a detenidos de la infame prisión de Sednaya. “Es el fin de la era de la injusticia”, proclamaron los insurgentes.
Incertidumbre y desafíos
El primer ministro saliente, Mohammed Ghazi Jalali, declaró su disposición a colaborar en una transición pacífica.
“Estamos listos para transferir nuestras funciones a un gobierno de transición”, dijo en un mensaje difundido por Sky News Arabia. Sin embargo, el camino hacia la estabilidad parece complicado.
Expertos apuntan a tres posibles escenarios: un equilibrio frágil al estilo libanés, una transición guiada por la ONU o el caos similar al de Libia. El último sería devastador, perpetuando la fragmentación y la pobreza en un país ya desangrado.
Consecuencias internacionales
La caída de Al-Assad representa un golpe significativo para Rusia e Irán, que habían apoyado al régimen durante años. Según declaraciones del presidente de EE. UU., Joe Biden, este cambio podría redefinir el balance de poder en la región. “Por primera vez en años, Siria está fuera del control de Rusia, Irán y Hezbollah”, comentó.
Mientras tanto, los sirios enfrentan el reto de reconstruir su nación. “Una nueva historia comienza hoy”, dijo Abu Mohammed al-Golani, líder de HTS. Sin embargo, las perspectivas de reconciliación y desarrollo dependen de una transición exitosa, algo que Siria no ha visto en décadas.
La guerra de 13 años dejó cientos de miles de muertos, millones de desplazados y un país en ruinas. El futuro de Siria, ahora en manos de los rebeldes y la comunidad internacional, sigue siendo incierto.