La propuesta para reformar la Carta Orgánica Municipal de San Ramón de la Nueva Orán generó intensos debates en el ámbito político y social local. Abogados, concejales y exfuncionarios presentan posturas divergentes sobre el alcance y la metodología de esta reforma, destacando los riesgos y oportunidades que representa para la comunidad.
Un pedido de prudencia y reflexión
El abogado David Arnaldo Leiva, quien fue secretario de la Convención Municipal que creó la Carta Orgánica en 1988, expresó su rechazo al enfoque actual de reforma total.
Según Leiva, la convocatoria impulsada por el Ejecutivo Municipal responde a directivas provinciales y no a una necesidad orgánica de la ciudad. Para Leiva, la reforma debería centrarse en la actualización de ciertos aspectos, preservando los valores fundamentales de la actual Carta, que protege derechos humanos, medio ambiente y pueblos originarios.
Además, advirtió sobre la influencia de partidos afines al presidente Javier Milei, señalando que su agenda “antiestatal” podría afectar negativamente los objetivos municipales. Propuso un debate amplio con participación de universidades e intelectuales, aunque subrayó que el tiempo asignado a esta discusión es insuficiente. Entre sus sugerencias, incluyó el derecho a la información, la revocatoria de mandatos y la protección contra la privatización de servicios esenciales. Asimismo, defendió que la privatización del alumbrado público no es un fallo de la Carta Orgánica, sino de ordenanzas específicas del Concejo Deliberante.
Claridad en las propuestas
El concejal Héctor Javier Antelo, por su parte, coincidió en la necesidad de un enfoque más acotado. Criticó al Ejecutivo Municipal por enviar proyectos incompletos y poco claros, lo que dificulta el trabajo legislativo. Para Antelo, la reforma debería realizarse de manera parcial, permitiendo una discusión detallada de los puntos específicos a modificar. El edil también cuestionó la posibilidad de incluir la reelección indefinida en la reforma, subrayando la importancia de garantizar la transparencia y la renovación democrática. Aunque reconoció que el Concejo no rechazó la reforma, aseguró que no aprobarán ninguna propuesta sin definiciones concretas.
Reforma total
En contraste, el ex presidente del Concejo Deliberante, Samuel Huerga, defendió la necesidad de una reforma integral. Huerga cuestionó la postura de Leiva, calificándola de “conservadora” y argumentó que la Carta vigente permite la corrupción y la privatización de servicios públicos. Para Huerga, la reforma debe implicar una revisión exhaustiva artículo por artículo, sin desechar los aspectos positivos de la actual normativa. Además, enfatizó que la participación ciudadana es clave para evitar la imposición de agendas políticas, incluso frente a la influencia de los partidos “mileístas”. Huerga llamó a la ciudadanía a involucrarse en el debate y propuso incluir temas como la defensa del medio ambiente, la revocatoria de mandatos y la no privatización de servicios públicos.