Messi comenzó con magia en la MLS
El estadio estalló a los 8 minutos del segundo tiempo, cuando Lionel Messi se metió al campo de juego.
Por ese entonces, el Inter Miami ya ganaba 1 a 0, con el gol de Taylor. Así, el argentino marcaba un hito en su extraordinaria carrera futbolística.
Pero a los 19 minutos, Cruz Azul llegó a la igualdad a través de Antuna. El remate de este superó el esfuerzo del arquero y se metió en el arco.
Pero antes del empate, Inter Miami pudo ponerse dos goles arriba. Ante pase de Messi, José Martínez no pudo rematar con fuerza.
A 10 minutos del final, Messi tuvo una clara, pero el defensor que lo perseguía le punteó la pelota y la mandó al córner. 60 segundos después, el argentino picó al vacío, tomó la pelota y habilitó a un compañero que convirtió con el arco vacío. Pero la jugada fue anulada por posición adelantada de Messi.
El éxtasis llegó en el tercer minuto adicionado. Tiro libre para el Inter Miami a 33 metros del arco rival. Todas las miradas, todos los flashes se encendieron en la figura del rosarino. El remate era frontal, en el punto exacto para su finísimo pie izquierdo. Remate fortísimo, al ángulo, inatajable, para el 2-1 final.
Abrazos del argentino al banco de suplentes, interminable con el Tata Martíno y la mirada pícara y sonriente de David Beckan. La fiesta terminó de la mejor manera, como para ilusionar a su nuevo equipo. Messi lo hizo posible y el delirio fue total.
“Me quedó justa”
Messi enfrentó los micrófonos diciendo que el remate del gol le quedaba justo para su mejor perfil. “Es cierto, buscaba el gol, pero ellos defendían bien, por suerte pude meterla”, dijo.
No falla: En el estadio se palpitaba el final de la jugada. Messi la metió en el ángulo, como muchas veces.