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Francia reabre el debate sobre la Reforma Jubilatoria

El primer ministro François Bayrou acepta renegociar la polémica reforma previsional para lograr estabilidad política y económica.

François Bayrou, recién nombrado primer ministro de Francia, anunció este miércoles que renegociará la reforma jubilatoria de 2023 impulsada por el presidente Emmanuel Macron. En su discurso ante la Asamblea Nacional, Bayrou destacó que el objetivo es evitar una crisis política mayor y garantizar la aprobación del presupuesto 2025.

“Podemos buscar una nueva vía de reforma, sin tabúes, ni siquiera la edad de jubilación, siempre que no comprometa el equilibrio financiero”, afirmó Bayrou.

La declaración marca un giro en la estrategia del gobierno, que enfrenta presiones tanto desde la izquierda como de los mercados internacionales.

La polémica reforma de 2023

La reforma de pensiones de 2023 elevó la edad de jubilación de 62 a 64 años, aplicándose gradualmente hasta 2030.

Además, incrementó los años de aportes necesarios para acceder a una pensión completa, pasando de 42 a 43. Según el gobierno, estas medidas buscan ahorrar 17,000 millones de euros anuales y evitar el colapso del sistema previsional.

Sin embargo, la reforma fue impuesta por decreto, sin votación parlamentaria, generando un fuerte rechazo en la población.

Bayrou reconoció que la reforma actual es impopular, pero advirtió que no reformar el sistema pondría en riesgo a las generaciones futuras. “Esta deuda es una espada de Damocles sobre nuestro país y nuestro modelo social”, aseguró.

El primer ministro anunció un plazo de tres meses para dialogar con sindicatos y partidos políticos en busca de un acuerdo.

“Si no alcanzamos un pacto más justo y equilibrado, la reforma vigente continuará aplicándose”, sentenció.

Crisis económica y política

El anuncio ocurre en un contexto de inestabilidad. Tras perder la mayoría parlamentaria en las elecciones anticipadas de 2024, el gobierno busca apoyo para evitar una moción de censura. La caída del anterior primer ministro, Michel Barnier, agravó la desconfianza en los mercados.

“El principal mandato de los franceses es recuperar la estabilidad económica y política”, subrayó Bayrou, quien también lanzó propuestas sociales para atraer el apoyo de la izquierda.

Reacciones divididas

La izquierda, liderada por La Francia Insumisa (LFI), exigió cambios profundos en la reforma para considerar apoyar al gobierno. Por su parte, los socialistas plantearon su rechazo a cualquier presupuesto que no contemple concesiones significativas.

Mientras tanto, Bayrou enfrenta un panorama complejo. “Es hora de actuar con responsabilidad y pensar en el futuro de Francia”, concluyó.

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