La lucha por las infancias trans: “Nos arrebatan la felicidad por odio e ignorancia”
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Profunda conmoción y preocupación desde el colectivo de la diversidad sexual ante un nuevo golpe a la comunidad LGTBIQ+ tras la decisión del Gobierno Nacional de eliminar el derecho a la identidad para menores trans a partir de la prohibición de tratamientos de hormonización y cambio de DNI antes de los 18 años.
La historia de Tizziana es la de muchas infancias trans en Argentina. A los 10 años, se convirtió en la primera niña en realizar un cambio registral de género en Salta y en el norte del país a partir de una batería de políticas públicas- y de luchas colectivas en las calles- con foco en las identidades LGBTIQ+, las mismas que permitieron que el país se coloque en avanzada en términos de derechos a los colectivos de la diversidad sexual.
Hoy, Tizziana tiene16 años y después de todo un derrotero por su identidad y la de miles de infancias trans, a la vez que sentir “que tenía un futuro”, hoy lo ve todo incierto, pero con fortaleza para enfrentar “la lucha que viene, por el camino que nos dejaron Lohana (Berkins) y Diana (Sacayán), porque siempre vamos a dar la cara y hablar, porque somos personas que queremos y podemos hablar sobre nuestros temas, porque se trata de nuestros cuerpos, se trata de nuestro sentir”, sostiene a voz quebrada en el diálogo con Nuevo Diario.
En esa línea, su madre Graciela Puchetta, expresó a este medio el dolor e indignación por las consecuencias que tendrán las recientes medidas del Gobierno nacional que prohíben los tratamientos de hormonización y la rectificación de género en menores de 18 años.
“Tengo un abanico de sentimientos: bronca, tristeza, impotencia. No puedo creer que una persona que no tiene idea de lo que está hablando quiera imponerse sobre los cuerpos de personas libres. Esto parece más una dictadura que una democracia”, expresó Graciela a Nuevo Diario.
Un retroceso en derechos conquistados
El Gobierno nacional anunció que derogará el artículo 5 de la Ley de Identidad de Género, que permitía a los menores de 18 años cambiar su nombre y sexo en el Registro Nacional de las Personas. Además, se modificará el artículo 11 para impedir cualquier tipo de intervención quirúrgica o tratamiento hormonal en menores de edad. “A partir de ahora, los efectores del sistema público de salud, ya sean estatales, privados o del subsistema de obras sociales, ya no deberán garantizar este tipo de prácticas, por lo que dejarán de estar incluidas en el Plan Médico Obligatorio (PMO)”, explicó el vocero presidencial, Manuel Adorni.
Para Graciela, este tipo de medidas desconoce la realidad de las infancias trans y las necesidades de quienes, como su hija, fueron acompañadas por profesionales de la salud en un proceso integral. “Mi hija fue la primera en Salta en recibir tratamiento con bloqueadores hormonales. Estos inhibidores evitaron la masculinización en la pubertad, lo que permitió que no necesitara operaciones invasivas en el futuro. No es algo improvisado, hubo estudios médicos, endocrinólogos, pediatras y psicólogos que acompañaron su proceso”.
“Nos quieren borrar, pero siempre vamos a estar”
Tizziana expresó con contundencia: “No puede ser que un presidente tenga tanta desinformación, tanta ignorancia en sus declaraciones. Nosotros somos visibles y nunca vamos a dejar de estar. No puede ser que una persona en ese cargo hable desde su opinión personal sin considerar el daño que genera”.
Desde su experiencia, Graciela remarcó que el acceso a la identidad para su hija fue un proceso de felicidad, no de imposición. “Para ella, fue impresionante obtener su DNI. Atesora su primer documento porque es su mayor conquista. Cuando aprobamos la Ley de Cupo Laboral Trans, lloró de felicidad y me dijo: ‘Mamá, ahora sí tengo un futuro’. Eso es lo que este gobierno no entiende”.
El impacto de estas decisiones no solo afecta a quienes buscan iniciar su transición, sino que pone en riesgo la atención médica y el acceso a tratamientos ya iniciados. “En los hospitales ya no hay hormonas. Donde antes había consultorios de diversidad, hoy no se están enviando insumos. Tengo que hacer malabares con su padre para conseguir las pastillas, que cuestan más de 11 mil pesos al mes”, lamentó Graciela.
Además, cuestionó el argumento del Gobierno sobre “mutilaciones” en menores. “Las cirugías de reasignación siempre fueron para mayores de 18 años. Pero la hormonización es parte de un proceso médico avalado científicamente. Con los bloqueadores, evitamos que mi hija tuviera que someterse a operaciones más adelante. El presidente habla desde el odio y la ignorancia”.
“Nos quieren devolver al pasado”
El decreto del Gobierno viene acompañado de un discurso de estigmatización y persecución contra la comunidad LGBTI+. Tizziana lo resumió con una frase contundente: “Nos arrebatan la felicidad por odio e ignorancia”.