La difícil tarea de transitar entre contener y poner límites
Laura Ruña, trabajadora social del Equipo Interdisciplinario de las Asesorías de Incapaces, se refirió a la necesidad de reflexionar sobre los modelos de crianza y encontrar el equilibrio para poner los límites que requieren los niños, niñas y adolescentes sin maltratos. Analizó además los conflictos que surgen por el uso de pantallas.
"En nuestra cultura hay un lugar de asimetría entre el niño y el adulto. A esa asimetría hay que cuidarla, porque los adultos debemos tener un rol de cuidado y protección, aunque eso no nos puede llevar a un abuso de poder o a situaciones de malos tratos", destacó la profesional en una entrevista relacionada con el Día de las Infancias, que se conmemora hoy.
Laura Ruña, que tiene la función de elaborar informes técnicos para ayudar en la toma de decisiones a los magistrados del Ministerio Público Pupilar, consideró que se debe promover el debate sobre la crianza y trabajar en la búsqueda de los mejores modelos.
"Es nuestra obligación poner límites. El adulto tiene la función de educar y sociabilizar a los niños y las niñas. Eso implica contener, orientar y tomar decisiones en función de su bienestar porque somos los que tenemos la experiencia, el conocimiento y el deber de hacerlo. A veces cuando no hay límites, eso genera consecuencias en el desarrollo, incluso problemas de salud mental", sostuvo.
La trabajadora social definió que actualmente se ven dos formas de crianza contrapuestas, el autoritario y el laxo. "Tiene que ver con no tomar en cuenta al niño, no escucharlo, no dialogar, no considerar sus intereses y ejercer el disciplinamiento desde el castigo, incluso del castigo físico. También vemos lo opuesto, que es un modelo muy flexible o laxo, en el que no hay límites y se pierde la asimetría necesaria para orientar, contener y proteger", explicó.
Ruña apuntó a buscar el balance adecuado.
"En ocasiones hay miedo a ejercer la autoridad y es muy importante que la persona adulta tenga seguridad para ejercerla para que el niño se sienta protegido. Si no hay un adulto que lo guíe, se confunde.. Tenemos que escuchar y dialogar pero, cuando debemos tomar las decisiones, hay que tomarlas", dijo.
Ruña recomendó reforzar desde el elogio las conductas adecuadas de los hijos y no dejar que el conflicto escale cuando tienen conductas no deseadas. cosa que trabajamos mucho como estrategia de crianza es el 'tiempo fuera'. Cuando se da un problema con el niño o la niña, a veces el adulto necesita salir de la situación para tranquilizarse, tener autocontrol y después volver a hablar”.
Escuchar al niño, niña y adolescente
Marta Aguilar, Abogada del Niño, por el Día de la Infancia, resaltó que hay un cambio de paradigma con respecto a la crianza y que hoy el marco legal obliga a escuchar a los niños en los distintos ámbitos.
"Claramente la Convención sobre los Derechos del Niño ha puesto el eje en el niño. Debemos ejercer una escucha activa teniendo en cuenta la edad, no es lo mismo un niño de tres años que una adolescente de 17", manifestó.
"Tanto nuestro Código Civil como la normativa internacional establece que el maltrato y el abuso físico no son una forma de educar. Hay padres que se ven sobrepasados en la capacidad de poner límites. Yo aconsejo pedir asistencia psicológica y hablar con los hijos todo el tiempo. Si hay una situación tensa o de crisis hay que saber frenar y buscar otro contexto para insistir con los valores o límites que queremos transmitir”.