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Elecciones Alemania: Los conservadores vuelven al poder y la ultraderecha se consolida como segunda fuerza

Friedrich Merz, del bloque conservador, liderado por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su socio bávaro, la Unión Social Cristiana (CSU), obtuvo la victoria tras elecciones.

Alemania ha experimentado un giro político significativo tras las recientes elecciones, que han llevado nuevamente a los conservadores al poder y han consolidado a la ultraderecha como la segunda fuerza más votada.

Los resultados reflejan un cambio en la preferencia del electorado, marcado por preocupaciones sobre la economía, la inmigración y la seguridad.

El bloque conservador, liderado por la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y su socio bávaro, la Unión Social Cristiana (CSU), obtuvo una victoria contundente tras varios años en la oposición.

Su candidato, Friedrich Merz, celebró el resultado y prometió “recuperar la estabilidad y el crecimiento económico de Alemania”.

Durante su campaña, Merz enfatizó la necesidad de fortalecer la economía, reducir la burocracia y endurecer las políticas migratorias.

“Los ciudadanos han hablado y nos han dado un mandato claro para gobernar con responsabilidad”, expresó en su discurso de victoria.

El ascenso de la ultraderecha

El otro gran protagonista de la jornada electoral fue la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), que se consolidó como la segunda fuerza más votada, superando a los socialdemócratas (SPD).

Su crecimiento ha sido impulsado por un discurso nacionalista, crítico con la inmigración y la integración europea.

Líderes de AfD celebraron el resultado como “un mensaje claro contra las políticas de los últimos gobiernos”. Sin embargo, su avance ha generado preocupación entre sectores políticos y sociales que temen un aumento en la polarización y el debilitamiento de los valores democráticos.

Crisis en la centroizquierda

El Partido Socialdemócrata (SPD), que hasta ahora lideraba el gobierno con el canciller Olaf Scholz, sufrió una de sus peores derrotas en décadas. Analistas señalan que la crisis económica, la inflación y la percepción de una gestión débil contribuyeron a su declive en las urnas.

Scholz reconoció los resultados y afirmó que su partido “analizará los errores y trabajará por la unidad del país”. No obstante, el panorama luce complicado para la socialdemocracia, que deberá redefinir su estrategia para recuperar apoyo popular.

Un Parlamento fragmentado

Los resultados dejan un Bundestag más fragmentado, donde los conservadores deberán buscar acuerdos para formar gobierno. A pesar de su victoria, la CDU/CSU no alcanzó la mayoría absoluta, por lo que necesitará alianzas con otras fuerzas políticas, como los liberales del FDP o Los Verdes.

El escenario político alemán se encuentra en un punto de inflexión, con un electorado que ha mostrado un claro descontento con la gestión anterior y una inclinación hacia propuestas más conservadoras.

Fuente: La Nación

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