Judiciales

Apelan la prisión domiciliaria a la acusada de sustraer la beba wichi

La Unidad Fiscal actuante en la causa solicitó revocar la medida de prisión domiciliaria y solicitan prisión preventiva. La acusada enfrenta cargos por sustracción de menores.

Los fiscales penales Lorena Martínez y Pablo Cabot presentaron un recurso de apelación en rechazo al beneficio de arresto domiciliario otorgado por el juez de Garantías 2 del distrito Judicial Tartagal, Héctor Mariscal Astigueta, a una mujer de 25 años que enfrenta acusaciones por el delito de sustracción de una menor de edad.

En el marco de su apelación, los fiscales solicitaron la revocación de la medida de arresto domiciliario conferida a la imputada. Además, requirieron ordene prisión preventiva debido a la presencia de riesgos procesales significativos. Entre tales riesgos se destacan la posibilidad de fuga, la potencial obstrucción de la investigación y por la intrínseca naturaleza del delito bajo investigación.

La mujer de 25 años se encuentra bajo la presunción de haber cometido el delito de sustracción de menores, cuya tipificación está contemplada en el artículo 146 del Código Penal. Las bases que fundamentan estas acusaciones han surgido como resultado de un análisis de las grabaciones extraídas de cámaras de seguridad, tanto de acceso público como privado, que ha permitido trazar el recorrido que aparentemente habría seguido la acusada, tanto en el período previo al incidente como en el posterior. Se destacó el trabajo investigativo que arrojó la existencia de diversas pruebas acumuladas a lo largo de la investigación, las que respaldan estas sospechas.

Apareció a las pocas horas

Horas después de que el Ministerio de Seguridad de la Nación activara la Alerta Sofía, apareció la beba que había sido robada en el hospital de Tartagal, el 14 de julio pasado.

La recién nacida fue encontrada por un vecino en un baldío del barrio Roberto Romero, quien inmediatamente se comunicó con las autoridades al tomar conocimiento de su presencia en el lugar.

La beba fue hallada en estado de abandono con un grado de hipotermia y sin rastro de sus captores, quienes se tratarían, según denunciaron los directivos del hospital, de una pareja que tomó a la beba, le cambiaron la manta rosa por una celeste y huyeron rápidamente del centro de salud.

Una médica de guardia tomó conocimiento de lo sucedido, dio aviso inmediato al equipo de seguridad, y también reportó el hecho al 911, tal como se informó a través de un comunicado de prensa. “En el baldío hay una vivienda abandonada, desde allí venía el llanto que le llamó la atención al vecino, quien la encontró en el suelo, en una de las esquinas de la casa”, dijo el comisario a cargo del caso.

 

 

 

 

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