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Rosario Murillo asume como jefa suprema del Ejército de Nicaragua

Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó una reforma legal que otorga a Rosario Murillo, esposa del presidente Daniel Ortega, el cargo de jefa suprema del Ejército.

Desde febrero de 2025, oficialmente designaron a Murillo como “copresidenta” mediante una reforma constitucional que eliminó la figura de la vicepresidencia, permitiéndole compartir la jefatura del Estado con Ortega.

La reciente reforma al Código de Organización, Jurisdicción y Previsión Militar establece que “el Ejército de Nicaragua está bajo el mando de la Presidencia de la República como Jefatura Suprema”, lo que en la práctica otorga a Murillo el control directo sobre las fuerzas armadas.

Ampliación de funciones del Ejército

Además del cambio en la jefatura, la reforma amplía las funciones del Ejército, permitiéndole colaborar con la Policía Nacional en tareas de seguridad interna bajo el pretexto de combatir el narcotráfico y el crimen organizado.

Esta medida refuerza el aparato de seguridad del régimen, integrando aún más a las fuerzas armadas en labores de control interno y represión política.

Un aspecto simbólico de la reforma es que los nuevos miembros del Ejército deberán prestar juramento no solo a la bandera nacional, sino también a la bandera rojinegra del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), el partido de Ortega y Murillo.

Esta disposición rompe con el principio de neutralidad política de las fuerzas armadas y las alinea oficialmente con el partido gobernante.

Reacciones y consecuencias

La comunidad internacional y organizaciones de derechos humanos han expresado preocupación por la concentración de poder en Nicaragua y la creciente militarización del país.

Desde las protestas de 2018, la represión ha dejado más de 300 muertos, según la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que ha documentado violaciones sistemáticas cometidas por el Estado.

La designación de Murillo como jefa suprema del Ejército es vista como un paso más en la consolidación de un régimen autoritario que elimina cualquier forma de oposición y controla todas las instituciones del Estado.

Fuente: Infobae

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