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Murió Francisco, el Papa argentino que tocó corazones más allá de la fe

La humanidad se detuvo por un instante este lunes, inicio de semana, cuando el Vaticano confirmó la noticia que millones de fieles en todo el mundo temían escuchar: el Papa Francisco ha muerto.

El Papa Francisco falleció el lunes 21 de abril de 2025 a las 7:35 a.m. (hora de Roma) en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano, a los 88 años de edad. La causa de su muerte fue una neumonía bilateral, tras semanas de problemas respiratorios que incluyeron bronquitis e infecciones polimicrobianas .​

Jorge Mario Bergoglio, nacido en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, fue el primer pontífice latinoamericano, jesuita y no europeo en más de 1.200 años. Elegido el 13 de marzo de 2013, su papado se caracterizó por un enfoque pastoral centrado en la humildad, la justicia social y la reforma de la Iglesia.​

Durante su pontificado, Francisco abogó por una Iglesia más inclusiva, enfrentó los abusos sexuales dentro de la institución y defendió los derechos de los migrantes y los pobres. Su último acto público fue la bendición Urbi et Orbi en la Plaza de San Pedro ayer domingo de Pascua, apenas un día antes de su fallecimiento.​

El Camarlengo, cardenal Kevin Farrell, anunció su muerte destacando su vida dedicada al servicio del Señor y de la Iglesia, y su enseñanza del valor del evangelio con fidelidad y amor universal.​

La capilla ardiente se abrirá por tres días, y Francisco será sepultado en la Basílica de Santa María la Mayor, según su deseo. Con su muerte, se inicia el período de “sede vacante” hasta la elección de un nuevo Papa.​

Líderes mundiales han expresado su pesar. El presidente argentino Javier Milei destacó la “bondad y sabiduría” del pontífice, mientras que el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, subrayó su compromiso con la paz y la justicia social.​

El legado de Francisco perdurará como un símbolo de esperanza y renovación en la Iglesia Católica y en el mundo.

Con su partida, se cierra una etapa única en la historia moderna de la Iglesia Católica: la de un pontífice que eligió los gestos por sobre los protocolos, la cercanía por sobre el poder, y la humildad por sobre los oropeles vaticanos.

Un Papa del fin del mundo… para todos

Francisco rompió moldes desde el inicio. “Los cardenales fueron a buscar un Papa casi al fin del mundo”, dijo aquella noche de su elección, desde el balcón de San Pedro, cuando ya con solo su nombre anunciaba el camino: el de San Francisco de Asís, el de los pobres, el de los humildes, el de la paz.

A lo largo de su pontificado, se lo vio lavar los pies a detenidos y refugiados, alzar bebés en medio de multitudes, llorar por la guerra, abrazar a víctimas de abuso, enfrentar la corrupción interna de la curia, y hablar sin eufemismos sobre el hambre, la desigualdad y la destrucción del planeta.

Su mirada latinoamericana y su formación jesuita marcaron un papado con fuerte impronta social y política, sin esquivar tensiones internas ni temas incómodos para sectores conservadores. Francisco fue también un hábil diplomático y un reformista que intentó modernizar estructuras anquilosadas, siempre con una sonrisa serena y una frase al paso que terminaba en titulares.

El Papa de Argentina

Para su país natal, la noticia de su muerte golpea en lo profundo. Más allá de creencias o distancias ideológicas, Bergoglio fue un símbolo nacional de dimensión mundial. Su estilo sencillo, su afición por San Lorenzo, su pasado porteño como arzobispo de Buenos Aires, lo convirtieron en una figura de pertenencia colectiva.

Con su muerte, también parte un capítulo especial para el pueblo argentino: el del cura que llegó al trono de Pedro y nunca dejó de ser “el Padre Jorge”.

El legado

Francisco no solo fue líder espiritual de más de mil millones de católicos. Fue voz de los que no tienen voz, articulador de puentes en tiempos de muros, y protagonista de gestos que quedarán en la historia de la humanidad.

Hoy, el mundo lo despide entre rezos, silencios y lágrimas.
Y aunque el cuerpo de Jorge Mario Bergoglio descanse, el eco de su voz seguirá resonando donde haya injusticia, desigualdad o exclusión.

Porque como él mismo dijo:

“Prefiero una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle,
que una Iglesia enferma por encerrarse y aferrarse a sus propias seguridades.”

El Papa Francisco ha partido a la Casa del Padre

El anuncio del cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia desde la Casa Santa Marta: «A las 3:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Dedicó toda su vida al servicio del Señor y de la Iglesia».

El cardenal Kevin Joseph Farrell, Camarlengo de la Santa Romana Iglesia, anunció con tristeza el fallecimiento del Papa Francisco, con estas palabras:

«Queridos hermanos y hermanas, con profundo dolor debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 (hora de Roma) de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre.

Toda su vida estuvo dedicada al servicio del Señor y de Su Iglesia. Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente en favor de los más pobres y marginados.

Con inmensa gratitud por su ejemplo de verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino».

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