
La campaña electoral en Salta acaba de sumar un nuevo capítulo de alta tensión.
El candidato a diputado provincial por el partido Felicidad, Facundo Guzmán, denunció públicamente que Claudio Cancino, aspirante al mismo cargo por La Libertad Avanza, estaría vinculado a una red de narcotráfico que operaría con protección política.
En declaraciones realizadas en el programa radial “Hora de Voces” por FM Ya, Facundo Guzmán fue contundente: “Hay un entramado mafioso que conecta a sectores del oficialismo con redes criminales que hoy manejan parte del poder real en Argentina. La casta ya no es solo política: ahora también es delictiva”.
La denuncia toma mayor peso luego de que trascendiera que Eduardo Cancino, tío del candidato Claudio Cancino, fuera detenido, tiempo atrás, en la rotonda de Limache con 120 kilos de marihuana, y que habría sido el encargado logístico del negocio vinculado al actual candidato del cual es propietario.
“Hay sectores que se disfrazan de nueva política, pero están pactando con narcos, lavadores y estructuras que operan en las sombras. Detrás del discurso de la libertad, se esconde una red de negocios ilegales que compromete la soberanía nacional”, afirmó Guzmán.
El referente del partido Felicidad también apuntó contra sectores del peronismo salteño, a quienes acusó de brindar gobernabilidad a cambio de impunidad:
“Muchos de los que se dicen opositores han entregado sus principios a cambio de cargos y protección para sus socios narcos. No se trata solo de ideología, se trata de negocios con el crimen.”
Un caso que necesita respuesta
Guzmán pidió que se investigue el avance del narcotráfico en el norte del país y advirtió que la política ya no puede seguir mirando para otro lado.
“Lo que antes era marginal hoy se ha institucionalizado. La política debe dejar de ser cómplice. Este caso no puede ser tapado ni minimizado”, sostuvo.
Una campaña con eje en la transparencia
Facundo Guzmán encabeza la lista de diputados provinciales del partido Felicidad y ha centrado su campaña en la denuncia de la corrupción, la defensa de la ética pública y la lucha contra las estructuras delictivas que se infiltran en la política.
“Hay que recuperar la política como herramienta de transformación, no como vehículo para la ilegalidad”, concluyó.