
Con la convicción de que escribir a mano puede sanar heridas, activar la memoria y reconectar con uno mismo, la escritora y grafóloga Vecca Preetz ofrecerá este sábado 7 de junio, un taller de escritura emocional en Los Cardones 425, de 17 a 19 hs.
La propuesta, titulada ‘¿Y si escribimos cartas?’, está orientada a quienes deseen explorar sus emociones a través de la escritura como herramienta de autogestión emocional y crecimiento personal.
Lejos de lo narrativo o literario tradicional, el encuentro apunta a recuperar una práctica ancestral: escribir cartas desde lo más íntimo, dirigidas a una persona, una emoción, una parte del cuerpo o incluso a uno mismo.
“No se trata de escribir para que lo lean otros ni de corregir nada. Se trata de escribir para sanar”, enfatizó Preetz en declaraciones a Nuevo Diario.
“La idea con este taller es llevar a las personas la importancia de la escritura a mano, algo que estamos dejando paulatinamente y que, sin darnos cuenta, nos está robando la memoria, la atención, el enfoque y la disciplina. Todo esto tiene que ver con la falta de conexión neuronal”, explicó. Vecca trabaja con escritura emocional desde 2012 y profundizó su práctica luego de la pandemia. Además de ser escritora, está formada en grafología, neurociencia y actualmente finaliza la carrera de psicología, con el objetivo de integrar herramientas emocionales y cognitivas en sus talleres. El encuentro tendrá dos momentos. En la primera parte se conversará sobre los beneficios de la escritura terapéutica y se brindarán pautas para escribir cartas desde una mirada introspectiva. En la segunda parte, los asistentes escribirán sus propias cartas en un ambiente cálido y sin exigencias, acompañados de té, budines y música suave de fondo.
“Muchas veces lo que callamos termina en gastritis o dolores de espalda. Escribir nos permite sanar desde adentro, tener más compasión con nosotras mismas y darnos una nueva oportunidad”, expresó. Según la tallerista, la escritura emocional no busca solo la descarga sino también una transformación. “No es solo volcar lo que hay en la cabeza. Tenés que encontrar una solución antes de cerrar el cuaderno. Esa es la diferencia entre escribir por escribir y hacerlo con propósito”.
El taller también promueve la escritura como una vía para el perdón, la autoexploración y la comprensión de situaciones difíciles. Desde la neurociencia, Preetz subraya que escribir a mano estimula zonas del cerebro relacionadas con el lenguaje, la planificación emocional y la toma de decisiones, lo que favorece la autorregulación.
“James Pennebaker, pionero en la escritura terapéutica, decía: ‘Lo que no se escribe, se repite’. Y es verdad. Cuando escribís, le das forma y dimensión real a lo que te duele. Lo que en tu mente parece enorme, en el papel se vuelve manejable”, explicó.
Los interesados en participar pueden comunicarse al 387-561-8997.