Imputan a una banda que llevaba 400 kilos de cocaína hacia el sur
El juez federal de Garantías N°1 de Salta, Julio Bavio, hizo lugar a la imputación requerida contra de Santos Yufra; su pareja, Matilde Ayala; y un hijo de ésta, Fernando Ramírez Ayala.
La imputación fue por el delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de intervinientes, en grado de coautores, en base a una investigación dirigida por el fiscal federal Ricardo Toranzos, a cargo del área de Casos Complejos, de la Unidad Fiscal Salta.
En la audiencia, el fiscal expuso en detalle cómo se logró desarticular la organización narcocriminal que integraban las personas imputadas. Indicó al respecto que la investigación se inició hace dos meses a partir de una denuncia anónima que aportó datos sobre la ruta de tráfico que utilizaban: adquirían la droga procedente de Bolivia y realizaban su posterior traslado a Córdoba y Buenos Aires.
Precisó que, en función de esta denuncia, la fiscalía, con la colaboración del Grupo Operativo Conjunto de la Gendarmería Nacional del NOA, llevó adelante diversas tareas de campo e inteligencia que permitieron identificar y detener a los imputados y la imputada.
El fiscal explicó que así se pudo establecer que Santos Yufra, quien residía con su pareja y Ramírez Ayala en el barrio San Pedrito de la localidad jujeña de Palpalá, hacía de transportista de la organización, rol que le cabía -entre otras evidencias- debido a que poseía licencia especial para el transporte internacional de cargas.
Toranzos indicó que, a partir de pesquisas supervisadas por el auxiliar fiscal Ignacio Irigoyen y el Investigador Pablo Carraro, se estableció que Yufra hacía constantes viajes desde Jujuy, tanto al norte de la provincia como al sur del país, siempre con ayuda de un cuarto implicado que cumplía el rol de “coche puntero”.
Capacidad de 30 Tn
En las últimas dos semanas, según explicó el fiscal, se pudo conocer que Yufra había viajado a la localidad jujeña de La Quiaca al volante de un camión Volvo, con semirremolque tipo tolva, con una capacidad aproximada de 30 toneladas.
El representante del MPF sostuvo que, de las intervenciones telefónicas, en esas instancias bajo la modalidad diferida, surgieron evidencias de que el viaje a esa localidad fronteriza era parte de una operación de tráfico y con una carga de gran porte, por lo que se activó un gran operativo que posteriormente se conoció con el nombre de “Cemento Blanco”.
Explicó al respecto que, entre el 8 y el 12 de noviembre, la fiscalía monitoreó los movimientos del camión. El vehículo quedó varado por un desperfecto mecánico en la localidad de Antillas, en el sur de la provincia, y, en vista de ello, se solicitó la colaboración del escuadrón que Gendarmería Nacional posee en Tucumán para que lo ubicara.
“Prendé vela porque llegaron las aceitunas”
La participación de la Gendarmería coincidió con un dato aportado por la fiscalía en la audiencia: el fiscal contó que Yufra debió interrumpir un diálogo telefónico que mantenía con su pareja cuando advirtió la llegada de una patrulla de gendarmes. “Prendé vela porque llegaron las aceitunas”, se despidió el transportista.
Añadió que, ante la sospecha de que la droga iba oculta en el camión, los gendarmes realizaron una inspección, que no tuvo éxito, pues se realizó en horas de la noche, a la vera de la ruta y sin el equipo suficiente. La situación favoreció al conductor y a Ramírez Ayala, quien iba de acompañante.
Precisó que el domingo 12 el conductor, que reportaba de manera constante todos los sucesos del viaje a su pareja, reveló que ya habían superado el control y que habían logrado llegar hasta la localidad de Rapelli, en Santiago del Estero, donde esperaba desligarse de la carga, pues ya estaba bajo mucho estrés.
El fiscal explicó que, dado que los diálogos daban cuenta de que aún tenía la carga de droga en el camión, solicitó nuevamente a la jueza federal de Garantías N°2, Mariela Giménez, autorización para otra requisa, en la cual los gendarmes fueron más allá e ingresaron al fondo del semirremolque y así descubrieron algunos paquetes en el fondo de la carga de cemento. Agregó que, con los recaudos de bioseguridad necesarios para extraer la droga, se procedió a retirar 396 paquetes, con un peso total de 418 kilos y 296 gramos de cocaína, lo que derivó en la detención inmediata de Yufra y de Ramírez Ayala.