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Por contratación de familiares, denuncian posible caso de nepotismo en la UNSa

Nuevo Diario tuvo acceso al expediente administrativo a través del cual el secretario general del Rectorado de la Universidad Nacional de Salta, Alberto Mariscal Rivera, contrató de manera directa a su hija para desempeñarse en la Subsecretaría de Comunicación Institucional, área que depende de su propia secretaría.

La contratación se formalizó mediante el expediente N° 11/2025-SG-UNSa, con fecha 2 de julio. El documento lleva las firmas del secretario administrativo Diego Sibello y de la vicerrectora María Rita Martearena, quienes autorizaron la designación.

La vinculación laboral rige desde el mes de junio, pese a que no se realizó concurso ni proceso de selección abierto.

La modalidad del ingreso podría estar alcanzada por el artículo 265 del Código Penal, que sanciona a los funcionarios públicos que intervienen en contratos donde tienen interés personal o familiar.

También se encuentra en contradicción con lo que establece la Ley de Ética Pública 25.188, que prohíbe expresamente el nepotismo en la administración pública, incluyendo la designación de parientes directos.

Dentro del ámbito universitario circulan versiones que señalan que no sería el único caso: Mariscal también habría incorporado a un sobrino en condiciones similares, consolidando lo que algunos describen como una “bolsa de trabajo familiar”.

El hecho se conoció en medio de un clima tenso dentro de la institución. Mientras se oficializaron al menos siete nuevos contratos en la Subsecretaría de Prensa, todos con fecha 2 de julio pero retroactivos al 1 de junio, trabajadores cesanteados en y que prestaron servicios durante la gestión del ex rector Daniel Hoyos, denuncian que aún no cobraron los haberes correspondientes al mes de mayo.

Además, referentes de distintas áreas aseguran que fueron instruidos por la actual gestión para identificar posibles bajas de personal, en una estrategia centrada en reducir el presupuesto destinado a sueldos, sin mayores explicaciones.

El malestar entre los empleados crece, y las críticas apuntan a la falta de criterios claros en las incorporaciones, así como al uso discrecional de los recursos humanos de la universidad.

Transparencia y presupuesto recuperado

A contramano del clima de dudas en Recursos Humanos, la Universidad Nacional de Salta logró recuperar su presupuesto propio después de dos años.

Según la publicación oficial del 4 de julio, el retorno de esta autonomía permite planificar y ejecutar proyectos de investigación, obra pública y expansión académica con mayor claridad y eficacia.

Este logro fue destacado como un avance en transparencia y en la capacidad de autofinanciamiento institucional.

El contraste entre el discurso institucional centrado en la eficiencia y los hechos denunciados en la práctica pone en tela de juicio los criterios con los que se asignan recursos humanos dentro de la universidad.

Mientras se celebran avances administrativos, los mecanismos de selección de personal parecen quedar librados a decisiones personales.

Las críticas internas apuntan también a la falta de controles y contrapesos dentro de la estructura universitaria. La posibilidad de que un funcionario designe a familiares directos en áreas que controla sin instancias de revisión formal abre un debate sobre la urgencia de revisar los reglamentos internos, transparentar los procesos y reforzar los órganos de control.

Estudiantes, docentes y trabajadores reclaman una señal clara por parte del Rectorado ante una situación que, de confirmarse en la justicia, podría constituir un delito contra la administración pública. La comunidad universitaria exige que el principio de equidad no sea un mero enunciado en los documentos institucionales, sino una práctica cotidiana y verificable.

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