Bruselas lanza sanciones energéticas inéditas para debilitar la industria petrolera rusa

Bruselas acordó su decimoctavo paquete de sanciones dirigido a reducir los ingresos petroleros de Rusia y restringir su capacidad para financiar el esfuerzo bélico. Incluye nuevos topes al precio del crudo, ampliación de listas negras navales y sanciones a infraestructuras energéticas clave.
En primer lugar, el Consejo aprobó una rebaja del techo del precio del petróleo ruso exportado, situándolo en 47,6 dólares por barril, es decir, un 15 % por debajo del promedio de mercado. Este recorte se aplica tanto a las ventas directas como al transporte. Además asegura cargamentos por parte de compañías europeas, con la intención de cortar una vía crucial de financiamiento para el Kremlin.
Además, la UE incluyó en esta nueva tanda sancionatoria a más de cien buques utilizados para transportar crudo en la denominada “flota fantasma” con el fin de eludir restricciones anteriores. También se fortalecieron las restricciones sobre los gasoductos Nord Stream 1 y 2, impidiendo cualquier nueva operación vinculada a esas infraestructuras, pese a la oposición previa de algunos Estados miembros.
Por otra parte, la Unión amplió las sanciones financieras, incorporando a una veintena de bancos adicionales al bloqueo del sistema SWIFT y prohibiendo transacciones comerciales con entidades específicas del sector bancario ruso, incluyendo algunas con nexos en China. Se sumaron también restricciones a la exportación de productos y tecnologías de uso dual, útiles para desarrollo militar, como sistemas para drones.
En respuesta al nuevo paquete, la representante diplomática Kaja Kallas definió estas medidas como las más intensas implementadas hasta ahora, apuntando a afectar directamente el presupuesto militar ruso.
A su vez, desde Moscú, el Kremlin anunció que analizará el alcance de las sanciones para mitigar su impacto en la economía nacional, aunque calificó algunas de estas medidas como ilegítimas.
Fuente: Infobae