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José Muratore, ex administrador, otra vez, detrás de un conflicto en el Mercado

La noche del domingo, el Mercado San Miguel volvió a ser escenario de un fuerte cruce entre puesteros y la administración, en el marco de las obras de remodelación y refuncionalización que se llevan adelante tras el trágico incendio de noviembre de 2023.

Según trascendió este lunes, el conflicto se originó con los puesteros que ocupan el subsuelo y la playa del Mercado, quienes aseguraron que pretendían “desalojarlos” sin previo aviso. Sin embargo, fuentes cercanas a la administración informaron a Nuevo Diario que desde hace tiempo se mantiene diálogo con los puesteros sobre la necesidad de su reubicación debido al avance de la obra de transformación integral del predio.

Desde la administración explicaron que las notificaciones fueron verbales y se realizaron en reuniones donde se advirtió que, por pedido de la empresa a cargo de la obra, era imprescindible el traslado ante los crecientes riesgos de derrumbe: “El techo del subsuelo podría ceder en cualquier momento, y eso representa un peligro para la integridad física de los puesteros y clientes”, aseguraron las fuentes.

En ese sentido, aclararon que la noche del domingo la intención no fue desalojar, sino informar el peligro estructural y coordinar el traslado temporario a otras ubicaciones. La reubicación ofrecida es en Pasaje Miramar 433 (entre Córdoba y Buenos Aires), donde ya se encuentran otros puesteros reubicados desde el incendio, especialmente quienes trabajaban sobre la calle Urquiza, la más afectada por el siniestro. Tras la situación, José “Pepe” Muratore, ex administrador del Mercado, volvió a denunciar públicamente supuestos desalojos y a cuestionar a la actual gestión. Sin embargo, la administración actual señaló que las personas que se encontraban en la planta y el subsuelo no contaban con documentación respaldatoria ni contratos formales de ocupación, aunque mensualmente pagaban un alquiler a la Fundación San Miguel, presidida por Muratore durante años.

Cabe recordar que estos puesteros permanecen allí desde 2021, cuando fueron reubicados en el marco del plan de recuperación de espacios públicos implementado por la entonces intendenta Bettina Romero, para desalentar la venta en la vía pública.

El acuerdo se realizó con Muratore como administrador, y si bien se formalizó bajo un convenio, hasta hoy se desconocen públicamente sus términos, ya que nunca se presentó el contrato ante el municipio ni ante la nueva administración del Mercado, en idéntica forma a como sucedió con otras documentaciones. Lo único confirmado es que el alquiler mensual continuó siendo cobrado por la Fundación San Miguel hasta este último mes. “Es una cuestión meramente política”, consideraron fuentes cercanas a la actual gestión, en referencia a las declaraciones de Muratore.

Asimismo, indicaron que varios puesteros se mostraron predispuestos a trasladarse, pero aproximadamente 20 se negaron al traslado y, además, impidieron que otros compañeros pudieran retirar su mercadería y objetos de trabajo para mudarse al espacio dispuesto en Pasaje Miramar. Este nuevo episodio vuelve a poner en el centro de la polémica a José Muratore, quien durante su extensa administración en el Mercado San Miguel fue denunciado en múltiples oportunidades por falta de transparencia, irregularidades en los cobros de alquileres y contratos informales con puesteros. Tras el incendio, la gestión municipal decidió desplazar a la Fundación San Miguel de la administración directa, en un contexto de remodelación y recuperación integral del histórico predio comercial salteño.

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