Eliminan el registro de comedores y merenderos comunitarios por deficiencias estructurales

Luego de una auditoría que detectó graves fallas en el Registro Nacional de Comedores y Merenderos Comunitarios (ReNaCoM), el Ministerio de Capital Humano ordenó su cierre definitivo.
El Ministerio de Capital Humano dispuso eliminar definitivamente el ReNaCoM, creado para registrar comedores y merenderos comunitarios en todo el país. Esto se realizó como respuesta a un informe de la Sindicatura General de la Nación que puso al descubierto múltiples fallas en su funcionamiento. Se constató que el 87 % de los registros estaban duplicados y que el 34 % presentaban datos incompletos o con valores nulos.
De acuerdo con la auditoría oficial, menos del 30 % de los más de 54.600 espacios pre‑inscriptos fueron verificados presencialmente. Esto significa que más del 70 % operó sin inspección física alguna. También se detectaron direcciones incorrectas o inexistentes, lo que impidió confirmar la existencia real de numerosos comedores.
A raíz de estos hallazgos y ante la imposibilidad de garantizar la transparencia de los recursos asignados, Sandra Pettovello comunicó que se procederá al cierre del registro y al diseño de una nueva plataforma con mecanismos de control más rigurosos.
La decisión también busca corregir demoras administrativas que en varios casos superaron los 900 días entre la preinscripción y la matrícula definitiva del comedor, lo que evidencia la ineficacia de los procesos vigentes.
En paralelo, se impulsa un relevamiento manual actualizado para mapear cada punto de asistencia real. La estrategia se apoya en visitas físicas, revisión documental certificada y herramientas geolocalizadas. Esto se centraliza como parte de una nueva política que apunta a la eficiencia y al seguimiento real de cada centro comunitario.
Los registros eliminados incluyen desde comedores activos hasta espacios declarados que nunca funcionaron. Esto incluye casos donde en las direcciones figuraban barrios privados o viviendas particulares sin ninguna actividad solidaria. Algunas inspecciones señalaron que en el lugar de un supuesto comedor funcionaba una cancha de fútbol o directamente no había ningún servicio.
Además, informaron a la justicia sobre posibles irregularidades vinculadas al reparto de alimentos en espacios inexistentes. Entre los casos más emblemáticos están comedores con nombres como “Gauchito Gil” y “Sol de Barrio”, que no existían o que jamás habían recibido asistencia real.
El nuevo diseño previsto incluirá criterios claros para la inscripción, verificación presencial, evaluación periódica y cierre automático de espacios inactivos o con documentación irregular. También se estudia implantar protocolos de rendición obligatoria de recursos y auditorías periódicas independientes.
Fuente: Infobae