Sáenz y su espacio político: “El límite es cuando se toca a los salteños”

En el marco del cierre de alianzas para las elecciones nacionales del 26 de octubre, el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, dejó claras las prioridades y el rumbo político que marcará su frente en la contienda electoral. La apuesta de competir con listas propias en octubre evidencia que el gobernador busca posicionar a Salta como un actor con voz propia en el tablero nacional.
Con un discurso enfocado en la defensa del federalismo y la autonomía provincial, Sáenz afirmó que su espacio competirá con listas propias, planteando un desafío directo a los candidatos que representan las figuras nacionales de Cristina Kirchner y Javier Milei. En una entrevista con Mario Ernesto Peña para el programa Cara a Cara de Multivisión Federal, Sáenz enfatizó la autonomía del frente político que conduce, rechazando la idea de que los candidatos sean “bendecidos” por una sola figura. “Nosotros no nos colgamos del saco ni de la pollera de nadie”, afirmó, dejando en claro que la selección de candidatos será un proceso interno de los partidos que integran “Primero los salteños”. Esta afirmación apunta a consolidar una identidad local fuerte, en contraste con la dependencia de las estructuras nacionales.
El gobernador fue contundente al criticar a aquellos legisladores que, en su opinión, actúan con “obediencia de vida” frente a mandatos nacionales, aún cuando eso signifique votar en contra de los intereses provinciales. Esta crítica representa una denuncia al centralismo político y un llamado a fortalecer la defensa de las particularidades y necesidades de Salta. Para Sáenz, “el límite tiene que ser cuando se toca a los salteños”, un concepto que se traduce en una defensa de los sectores productivos clave para la provincia. Sáenz recordó su rol activo en la defensa de la Cámara del Tabaco y en la lucha por mantener beneficios para los productores locales de maíz y soja, especialmente en el contexto de las retenciones. Asimismo, destacó la alianza regional con los gobernadores de Jujuy y Tucumán para proteger la industria azucarera, un sector vital para la economía salteña.