Bolivia se prepara para elegir al nuevo presidente, vicepresidente y legisladores

Este domingo Bolivia acudira a votar para elegir al nuevo presidente, vicepresidente y legisladores. La economía frágil, la inflación altos niveles, la crisis energética y la influencia disminuida de líderes históricos conforman el escenario.
Los ciudadanos bolivianos se preparan para acudir a las urnas este domingo, con casi ocho millones de personas habilitadas para votar. Esta jornada busca designar presidente, vicepresidente, 26 senadores y 130 diputados.
por otro lado, el expresidente más influyente del país no está habilitado para presentarse. Además, pidió a sus seguidores que boicoteen los comicios. Sin embargo, encuestas recientes indican que su capacidad de movilización ha disminuido.
La economía se encuentra en el centro del debate electoral. El desplome en las exportaciones de gas natural afecta al ingreso nacional. La inflación alcanzó niveles máximos no vistos en décadas. Al mismo tiempo, el desabastecimiento de combustibles genera angustia en la población.
En caso de que ningún candidato logre la mayoría absoluta necesaria, está prevista una segunda vuelta electoral para el 19 de octubre. El mandatario electo asumirá sus funciones el 8 de noviembre, según lo establecido.
El Movimiento al Socialismo (MAS), que ha mantenido el poder casi ininterrumpidamente por años, enfrenta hoy un respaldo disperso y en declive. En contraste, diversas agrupaciones de corte conservador ganan terreno al prometer reformas estructurales y revitalizar la economía.
Entre los postulantes mejor situados figura un empresario cercano a la centroderecha. De edad madura y con experiencia en negocios, basa su propuesta en reducir subsidios, liberalizar empresas estatales y apuntalar el crecimiento. En segundo lugar aparece otro candidato conservador, exmandatario breve, que promueve la defensa de la propiedad privada y políticas de libre comercio.
El candidato con perfil izquierdista, aunque con menor apoyo, centra sus propuestas en los sectores rurales y en una estrategia denominada “austeridad inteligente”. Esta apunta a adelgazar el gasto público, a la vez que prioriza a los grupos más vulnerables.
Por otra parte, Bolivia posee una de las mayores reservas mundiales de litio, un recurso estratégico para la industria de baterías. Aunque empresas rusas y chinas han mostrado interés, los acuerdos aún no fueron aprobados. El escenario político fragmentado complica cualquier avance legislativo de largo plazo.
Fuente: La Nación