Carlos Zapata o “mientras los perros pelean,…” los inescrupulosos de siempre actúan
Mientras el futuro del país se debate en el Congreso de la Nación, por el controvertido DNU propuesto por el presidente Javier Milei, apareció días pasados una extensa columna firmada por el periodista Carlos Pagni en diario La Nación. Esta opinión proyecta el quehacer político nacional con una mirada coincidente de quien esto escribe, llamando la atención una parte de esa realidad que refleja esa opinión y que atañe a los salteños, cuando trata el tema tabacalero.
A simple percepción se desprende que el papel que desempeñarán los legisladores será de vital importancia para canalizar -efectivamente- lo que espera la ciudadanía de sus representantes. Sin embargo, lo relatado en la columna de Pagni, -por lo menos un legislador salteño, Carlos Zapata- estaría jugando su propio partido.
En el largo análisis de la realidad política argentina, Pagni, bajo el título de “La irrupción de un “Centrão” criollo” advierte que “un conjunto de legisladores descubrió la oportunidad que ofrece la vulnerabilidad parlamentaria del Presidente; enfrente de este mosaico opositor al que está atado el destino de Milei, aparece un kirchnerismo enigmático”.
“Desde hace poco más de un mes se ha instalado un gobierno con peculiaridades muy marcadas. Liderazgo personalista, aspiración fundacional, programa conflictivo, debilidad parlamentaria. Sobre la plataforma de esas características, en medio de una tormenta económica, Javier Milei encara la administración del país. Esa práctica está abriendo curso a una nueva circulación del poder. Para advertirlo conviene observar el experimento inaugural: el intento de convalidar dos enormes proyectos normativos. El Decreto de Necesidad y Urgencia y, sobre todo, el inventario de reformas enviadas al Congreso en una ley gigantesca. Al amparo del afán por imponer estas iniciativas están emergiendo actores relevantes, se tejen nuevas asociaciones, se insinúa una fórmula que podría ser la clave política de este tramo inaugural del gobierno de Milei”.
En otro párrafo devela que “Para leer este proceso puede ayudar una comparación, con las deficiencias propias de las comparaciones. En 2019, Jair Bolsonaro se propuso conducir el giro de Brasil hacia la ultraderecha con 52 diputados sobre un total de 513. Esa aritmética fijó el límite de una agitación discursiva que imputaba a la clase política todas las miserias del país. Bolsonaro no tardó en advertir que su aventura sólo se salvaría del naufragio aferrándose a la tabla que le proporcionaba un grupo de legisladores moderados, si se quiere grises, pero muy conscientes de la oportunidad que les ofrecía la fragilidad estructural del nuevo líder. A ese núcleo la tradición brasileña ya le había asignado un nombre: eran el “Centrão”. El Gran Centro. Son parlamentarios atados a intereses específicos, territoriales o personales, que renuncian a un gran sueño nacional, pero suministran a quienes tienen ese sueño un andador que habilita y limita al mismo tiempo. A Bolsonaro le sacaron un presupuesto alternativo al oficial, que repartían a su antojo”.
“En el Congreso argentino asoma un animal de esa misma especie. Es un conjunto de legisladores que descubrió la oportunidad que ofrece la vulnerabilidad parlamentaria del Presidente. En ese “centrão argentino” están el Pro, los radicales y, sobre todo, Hacemos Coalición Federal. Esas tres bancadas, a pesar de las contradicciones internas que cobija cada una, suman 94 diputados. Son la llave para que La Libertad Avanza, con sus 38 integrantes, a las que se agregan las de 4 aliados dispersos, se estire hasta 136 bancas. Suficiente mayoría”.
El tema tabacalero
Sin embargo, el texto que interesa –si es que le interesa al salteño común- dice bajo el subtítulo: “La guerra llegó al Congreso de manera paradójica. Un grupo de diputados estaría proponiendo que se dé de baja el artículo del Ejecutivo, para mantener un status quo judicial que beneficiaría a Sarandí, que evita pagar el impuesto a los cigarrillos escudándose en una medida cautelar”.
“Que termine de decidir la Justicia, para eso hay un proceso”, alegan los legisladores. Las multinacionales identifican a tres de ellos detrás de esa gestión: Diego Santilli, quien anteayer se mantuvo callado durante toda la reunión con el equipo económico, salvo cuando apareció el tema tabacalero; el candidato de Macri a presidir la Cámara, Cristian Ritondo, a quien sus viejos amigos de Mataderos comenzaron a llamar, con todo cariño, “Pucho”; y el kirchnerista salteño Carlos Zapata. Habladurías que podrían confirmarse por algunos movimientos registrados la semana pasada en el plenario de comisiones”.
Prosigue: “El enjambre muy diverso de legisladores que se está constituyendo es consciente de su capacidad. No disfruta de un gran caudal de votos. Pero tiene el número de bancas que el Gobierno necesita. Coordinarse para consolidar ese número significa una posibilidad muy productiva de poder. El argumento: garantizar a la sociedad que el país resulte gobernable”.
Pues bien, desde el análisis local, primero hay que aclarar que el diputado Carlos Zapata tiene una posición -en el tema tabacalero- tomada desde antes de asumir como concejal primero y luego como legislador provincial y nacional, inquebrantable. Por eso no es de extrañar que el periodista Carlos Pagni asevere que “Un grupo de diputados estaría proponiendo que se dé de baja el artículo del Ejecutivo, para mantener un status quo judicial que beneficiaría a Sarandí, que evita pagar el impuesto a los cigarrillos escudándose en una medida cautelar”. La aclaración y ampliación obligada a lo de Pagni, es que ese status quo también le cabe a Tabes S.A.
Qué es Tabes S.A.? Es la sigla que sintetiza a la empresa salteña Tabacos Especiales S.A.
Qué tiene que ver Tabes S.A. en el análisis aclarado –ahora- de Pagni? Mucho. Y es que, Tabes S.A. también –junto a la otra tabacalera, Sarandí- fue beneficiada durante años con el amparo judicial del ahora “jubilado” ex juez federal Miguel Antonio Medina, quien presentó su renuncia a partir del 1 de marzo de 2021, luego de que fuera expuesto mediáticamente –justamente- por las sucesivas medidas cautelares otorgadas a la empresa Tabes S.A.
Qué tiene que ver Carlos Zapata en este contexto? Mucho. Y es que el contador, ahora legislador nacional tomó notoriedad cuando defendió abiertamente a Tabes S.A. al intentar la no puesta en vigencia de la ley 8.203. Quizás esa férrea defensa obedece a la entrañable “amistad” que mantiene con Néstor Jorge Bortolotto, considerado asesor ejecutivo de Tabes S.A.
La actuación del diputado provincial, quedó reflejada en una nota de Nuevo Diario bajo el título de “Cuestionada tabacalera salteña estaría por “elaborar” tabaco picado para Jujuy” que en uno de sus párrafos decía: “Recientemente en Salta se dictó la Ley Nº 8.203 del control de los cigarrillos ilegales y la manufactura del tabaco picado en hebras, la cual el diputado provincial Carlos Zapata criticó arduamente para su no aprobación.
En su alocución, Zapata manifestó que era un exceso el control a la empresa tabacalera Tabes S.A. en la manufactura del tabaco picado y que lo más valioso en una empresa tabacalera son sus clientes, en clara defensa de la empresa mencionada. Curiosamente, si analizamos la nómina de “sus” clientes se destacan algunos que –llamativamente- cuentan con frondosos y mediáticos antecedentes penales por la fabricación de cigarrillo ilegal: Cigarrera Dólar S.A., Tabacalera del Litoral, Cigarrera de Bartolomé Hidalgo, entre otros. Todas estas empresas fueron allanadas por la Justicia Federal.
Con la puesta en vigencia en Salta de la Ley Nº 8.203, Tabes S.A. debe ser fiscalizada por la Dirección General de Rentas (DGR), pero como se informara oportunamente, estaba en conversaciones con un alto gerente de la Cooperativa de Productores Tabacaleros de Jujuy para elaborar la manufactura del tabaco picado en la sede de esa filial en Monterrico y lograr sustraerse del control de la ley salteña.
Peripecias que deberá sortear esta empresa, pero que ya estaría trabajando en ello, en un giro comercial para operar con la Cooperativa de Jujuy y que obedecería a que en el currículum de esta empresa ya hay varios procesos judiciales”.
Con esta breve síntesis queda explicado el porqué de la posición de los diputados Diego Santilli, Cristian Ritondo y Carlos Zapata, que buscan para Sarandí y Tabes S.A., evitar pagar el impuesto a los cigarrillos escudándose en medidas cautelares.
Obviamente que queda por demás demostrado que la función de velar por los intereses de la provincia –por lo menos a Zapata- poco le importa lo que significa que el pago del impuesto mínimo al cigarrillo llegue a las arcas nacionales, que a su vez se distribuye en las provincias tabacaleras (incluida Salta) a través del Fondo Especial del Tabaco (FET).
La zigzagueante carrera política
La carrera política de Carlos Zapata se construyó por el oportunismo político y no por la vocación, que lo fue llevando a mudar de banderías permanentemente para lograr su meta, casi parafraseando el dicho “el fin justifica los medios”. Este vaivén lo llevó a ser criticado por sus pares, como ocurrió recientemente ya que entre tantos lectores de la referida columna de esta nota de Carlos Pagni, se encuentra Enrique Cornejo, senador provincial por General Güemes y funcionario tabacalero, quien en declaraciones a Nuevo Diario vertió denostadores conceptos sobre el diputado nacional Carlos Zapata en relación al tema tabacalero.
Es así que, Carlos Raúl Zapata, que el 30 de enero cumple 67 años, y de profesión Contador Público Nacional se inmiscuyó en la política logrando su primer puesto electivo en el año 2011 como concejal hasta 2013 de la capital en la lista de Salta Somos Todos, el partido referenciado en Alfredo Olmedo.
En el año 2013 Zapata buscó ser diputado provincial en representación del departamento de la capital sin conseguirlo.
En las elecciones nacionales del año 2015 Carlos Zapata fue el candidato a Parlamentario del Mercosur en representación de Salta en la lista de UNA luego de vencer a Jorge Guaymás en las PASO. Llevó como candidato a presidente a Sergio Massa y a diputado nacional a Alfredo Olmedo. Fue el segundo candidato más votado pero que no fueron suficientes para superar a Hernán Cornejo.
En el año 2017 intentó ser diputado nacional con su partido Salta Somos Todos, acompañado por Andrea Lazarte, periodista y harían una muy buena elección, aunque finalmente no obtuvieron. Zapata obtendría en las generales 66.978 votos y saldrían cuartos pero no sería suficiente para obtener representación legislativa. Los tres candidatos más votados (Grande, Zottos y Leavy) se quedaron con las bancas.
En el año 2019 Zapata fue candidato a diputado provincial en segundo término dentro de las filas del frente Olmedo Gobernador que impulsaba al binomio Alfredo Olmedo – Miguel Nanni a la gobernación. La cabeza de lista fue Cristina Fiore y en las elecciones generales se ubicaron como la tercera opción más votada con un total de 36.632 votos que significaron la obtención de dos bancas legislativas. Por lo tanto, Zapata regresó a la Cámara de Diputados de la Provincia de Salta para el período 2019-2023.
Como presidente del partido Ahora Patria (anteriormente Salta Somos Todos) ayudó a conformar el frente Juntos por el Cambio+ en la provincia junto a los presidentes de la Unión Cívica Radical y el PRO. Desde ese momento se lo vincula al actual senador nacional Juan Carlos Romero, que para muchos es su verdadero jefe político.
Zapata fue precandidato a diputado nacional en las elecciones PASO de septiembre de 2021 dentro del frente Juntos por el Cambio+. Fue acompañado por la concejal capitalina María Emilia Orozco y el dirigente de San José de Metán Alejandro Sentana. Compitió contra tres rivales, Inés Liendo del PRO, Héctor Chibán de la UCR y Nicolás Avellaneda de un sector del PRO. Zapata confirmó su candidatura a diputado nacional ganando la interna dentro de Juntos por el Cambio+.
En las Elecciones Legislativas de Argentina de 2021 Zapata junto a Liendo lograron 186.947 votos, pero no fueron suficientes voluntades para obtener dos bancas legislativas ya que el Frente de Todos se quedó con ellas al lograr 200.730 votos. De todas maneras, el presidente de Ahora Patria resultó electo diputado nacional para el periodo 2021-2025. Zapata para asumir tuvo que dejar la banca de diputado provincial que recayó en manos de Julieta Perdigón Weber, también de Ahora Patria.
Una vez asumido como diputado nacional conformó el monobloque Ahora Patria e integró el interbloque de Juntos por el Cambio. En sus alocuciones se mostró en contra de la improvisación del kirchnerismo nacional y fustigando constantemente al gobierno provincial de Gustavo Sáenz. En más de una ocasión se mostró allegado al también diputado nacional, Javier Milei, presentando proyectos en conjunto.
En enero de 2023 Zapata rompe con el armado provincial de Juntos por el Cambio y conforma con el dirigente kirchnerista Emiliano Estrada y el independiente Felipe Biella– el nuevo frente electoral Avancemos. Dicho armado planteaba que superaba a la grieta y que se centraban en las coincidencias y no en las diferencias, con esa lógica logró aglutinar varios dirigentes de ideologías variadas como Martín Grande, exiliado del PRO tras su pelea con Inés Liendo y Martín Pugliese, Cristina Fiore, expresidente del Partido Renovador de Salta, "Kitty" Blanco del Partido de la Cultura, la Educación y el trabajo referenciado en Jorge Guaymás y el director del PAMI en Salta en ese momento, Ignacio González. Esa conformación le valió críticas de parte del electorado de Juntos por el Cambio ya que ellos sostenían haberlo votado para ponerle un freno al kirchnerismo y no para que se alinee con ellos.
Con este currículum, queda demostrado que la piel del diputado nacional Carlos Zapata se asemeja más a la de un camaleón que al de un convencido por principios políticos.
Conclusión
Por último, los malpensados de siempre concluyen que lo que realmente defiende Zapata, más allá de su “amistad” con Tabes S.A., son sus propios intereses o los de sus jefes, que evidentemente están lejos de los interesas de los salteños.
En este contexto y por lo narrado por Carlos Pagni todo esto se sintetiza en un dicho popular: “A río revuelto,… ganancia de inescrupulosos”.
NAG